El caso del asesino Ed Gein ha sido fuente de inspiración para múltiples películas y novelas.
Esa frase de “la realidad supera a la ficción” pocas veces aplica tan apabulladoramente, como en el tétrico caso de Ed Gein. Tal vez este nombre no te diga mucho, pero si hablamos sobre las películas El Silencio de los inocentes, La masacre de Texas o Psicosis, tal vez sí tengas una idea al respecto.
El nombre de Ed Gein se mantendría en el anonimato hasta que a mediados de noviembre de 1957 saltaría (tristemente) a la fama, por los atroces crímenes y actos que cometió: este tipo asesinó a 2 mujeres, pero lo terrible no quedó en eso, ya que Ed Gein era un afecto a profanar tumbas y llevarse los cadáveres a su casa, cometiendo actos de canibalismo y haciendo objetos decorativos con la piel y partes de los cuerpos.
Pero, ¿cómo fue la vida de Ed Gein? Edward Theodore Gein nació el 27 de agosto de 1906 en Wisonsin, Estados Unidos.
Existe una frase que dice que “infancia es destino”, y esta vaya que aplicó de gran forma en este caso: Ed Gein tuvo una infancia marcada por una rígida educación y el fanatismo religiosa de su madre. Su padre era alcohólico y se mantenía ausente del hogar, siendo su madre la figura dominante en el hogar, quien era extremadamente dura con su hijo, no permitiéndole desarrollarse fuera del hogar, ya que quería evitar que fuese alcohólico o vicioso.
De esta manera Ed Gein se mantuvo alejado de la sociedad hasta que cumplió 39 años, terminando este aislamiento cuando su madre falleció. Ante esto Ed Gein comenzó a ganarse la vida a través de diversos trabajos que realizaba para los vecinos de Planfield; su comportamiento era uraño y extraño, hablaba poco y su aspecto personal estaba sumamente descuidado.
De repente, en 1954 cometió su primer homicidio, siendo la víctima una mujer mayor, encargada de una taberna a la que mató y se llevó a su casa, a bordo de su camioneta; las autoridades jamás pudieron esclarecer el caso. El segundo homicio sería hasta 1957, igualmente una mujer mayor, encargada de una ferretería, empleando el mismo modus operandi, pero ésta vez si había evidencia que lo incriminara: la víctima alcanzó a anotar en el diario de la tienda, la última venta realizada a Ed Gein.
Al realizar la investigación las autoridades se dirigieron al domicilio de Ed para interrogarlo y lo que encontraron los dejaría en shock: un cadáver femenino decapitado, colgado de los pies, abierto en canal; muebles y lámparas forrados con piel humana, cráneos utilizados como platos, ropa confeccionada con piel humana y hasta un cinturón con pezones; además, se encontraron revistas pornográficas, libros de anatomía, basura dentro de la casa, y una habitación se encontraba aislada a través de tablas clavadas en la puerta: era la habitación de su madre, la cual estaba intacta desde que había fallecido.
Los estudios psiquiátricos realizados a Ed Gein arrojaron que era un enfermo mental, por lo que fue internado en un hospital psiquiátrico hasta su muerte, acontecida el 26 de julio 1984, de un paro cardiaco. Durante su estancia en el psiquiátrico se mantuvo como un interno modelo, tienendo un excelente comportamiento.
Este es uno de los casos criminales más escalofriantes de todos los tiempos, y por ello ha sido fuente de inspiración de películas, novelas, documentales y estudios.