Sin lugar a dudas, la separación más dolorosa en la historia del rock fue la de The Beatles.
El llamado “Cuarteto de Liverpool” es el fenómeno musical más grande del siglo pasado. Lo logrado por Ringo Starr, John Lennon, George Harrison y Paul McCartney fue impactante y revolucionó la industria de la música. Al principio la magia y la química entre los 4 integrantes fluyó de excelente manera, a pesar de la apretada agenda de conciertos, del acoso de la prensa y de sus fervientes fans, The Beatles mantenía una sana dinámica dentro del seno del grupo.
Conforme pasó el tiempo el hambre de crecimiento musical de los 4 integrantes fue aumentando, con lo cual la evolución musical del grupo se fue dando a pasos agigantados, pero con ello las diferencias musicales fueron polarizándose también. Llegaría la polémica declaración de Lennon sobre Jesús y con eso las amenazas, y ante tanta tensión la decisión de no hacer más giras.
Todo este clima fue caldo de cultivo para los gérmenes de la discordia, la lucha de egos se acrecentó, y todo terminaría de irse al demonio con la lamentable muerte del manager Brian Epstein, dejando a la banda en mar de dudas y de vacío, y por otro lado, la llegada de Yoko Ono a la vida de Lennon, la cual empezó a entrometerse en la dinámica del grupo.
Finalmente, el 20 de septiembre de 1969 Lennon le anunció al grupo su salida, pero optaron por hacerlo público tiempo después debido a asuntos contractuales; no sería sino hasta el 10 de abril de 1970 cuando McCartney haría una rueda de prensa para oficializar la disolución de The Beatles, esto una semana antes de la salida al mercado de su disco solista, lo cual no cayó bien en los 3 beatles restantes.
Pasó el tiempo y las diferencias fueron suavizándose; los más distanciados fueron obviamente McCartney y Lennon, los cuales poco a poco fueron acercándose, incluso se dice que en 1974 hubo un plan de reencuentro. En ese año Paul hizo una visita sorpresa a Lennon, en su estudio de California; en ese entonces John se encontraba separado de Yoko y vivía con su novia May Pang. Los 2 Beatles platicaron mucho, tocaron junto en el estudio y se sentían como en sus inicios: con gran química juntos. Hablaron sobre regresar para dar un concierto los 4 juntos a finales de ese año y John lo tomó muy bien, le causó ilusión esa idea. Antes de irse Paul le contó que había visto a Yoko y que ella le había dicho que quería volver con John, de esta manera McCartney ayudó a que Lenon y Ono volviesen a reunirse, pero a la vez dio al traste con el posible regreso. La última vez que se vieron fue un mes antes del homicidio de Lennon.
