Únete a nuestra Comunidad de WhatsApp

Álvaro García

ANÉCDOTAS DEL ROCK: CLAPTON IS GOD

Un grafiti marcó uno de los hechos más extraños de la historia del rock: Clapton is God. La exageración en la idealización y mitificación que los fanáticos del rock hacen de sus ídolos es una cosa bastante común y, hasta cierto punto, normal. Esto se deriva, tal vez, de la necesidad que tiene el hombre … Leer más

Capton, Clapton is God, Cream, Yardbirds

Un grafiti marcó uno de los hechos más extraños de la historia del rock: Clapton is God.

La exageración en la idealización y mitificación que los fanáticos del rock hacen de sus ídolos es una cosa bastante común y, hasta cierto punto, normal. Esto se deriva, tal vez, de la necesidad que tiene el hombre de creer en algo, además de que la música genera pasiones y un fervor casi religioso de parte de los fans hacia los artistas, y uno de los más claros ejemplos de esto fue el de Eric Clapton.

El gran guitarrista inglés Eric Clapton vivía unos días un tanto convulsos en 1965 y 1966: se había salido de The Yardbirds no en muy buenos términos, ya que la línea musical que estaba tomando el grupo iba completamente contraria a lo que Eric Clapton quería, optando por el rompimiento. Ante esto entró a la banda de Jhon Mayall y sus Bluesbreakers, grupo en el que Clapton pudo dar rienda suelta a su profundo amor por el blues. La aventura con John Mayall fue breve ya que se fue de viaje a Grecia con un grupo de bajo perfil, pero quedó grabado un álbum que se convertiría en una verdadera joya del rock: “Blues Breakers with Eric Clapton”, disco que encumbraría a Eric como un virtuoso de las 6 cuerdas, confirmando lo que venía haciendo con Yardbirds y en el circuito de bares de Inglaterra.

Así, en este contexto, una mañana de octubre de 1967, un grafiti apareció en una barda cercana a a estación Isington, del Metro londinense: CLAPTON IS GOD. Mensaje contundente y directo, de carácter anónimo, que dejó mostrar el grado de fervor que Clapton estaba generando gracias a tu exquisita técnica con a guitarra, su sentimiento y a la difusión que hacía de blues en tierras inglesas. La cosa no paró ahí, varios grafitis idénticos comenzaron a aparecer en varias bardas de Inglaterra, convirtiéndose en un extraño fenómeno de fanatismo rockero.

Eric Clapton fue siempre muy ecuánime ante este hecho; nunca negó ser un músico ambicioso, ya que ha aceptado el que siempre ha querido ser el mejor guitarrista del mundo, pero siempre lo tuvo más como un ideal que como otra cosa. Esa frase de Clapton is God la tomó como una forma de reconocimiento a su trabajo de años y años en el circuito under británico y a su empeño en difundir el blues, pero hasta ahí.

El tiempo pasaría y Eric Clapton tendría caídas y subidas a nivel personal y artístico, pero su enrome y brillante ahí queda. ¿Clapton is God? No, pero de que es una leyenda viviente del rock nadie lo puede discutir.

Deja un comentario