“Abraxas”, de Santana, resulta un exquisito cóctel sónico, en el que se mezclan el blues, el jazz y la música latina.
Santana se embarcó en 1970 en el que sería su segundo material discográfico; el reto era importante, ya que su predecesor había sido un discazo y la banda había atraído muchos reflectores después de su actuación en Woodstock.
A pesar de estos hechos, que a cualquier banda le hubieran hecho temblar, Santana supo enfocarse en crear material de gran calidad, buscando confirmar que la banda tenía talento y un estilo propio, y que no eran un proyecto fallido más como los que abundaban en la zona de San Francisco.
Para este álbum la alineación estaba compuesta por Carlos Santana en la guitarra, el maravilloso Gregg Rolie en la voz principal y teclados (uno de los mejores tecladistas de todos los tiempos), David Brown en el bajo, Michael Shrieve en batería y la poderosa sección de percusiones integrada por José “Chepito” Areas, Mike Carabello y Rico Reyes, un verdadero trabuco de grandes músicos.
La producción corrió a cargo del mismo Carlos Santana y Fred Catero, quienes a pesar de la poca experiencia en el ramo, supieron lograr un gran trabajo al conseguir un sonido compacto.
El resultado fue un disco de 9 canciones en las que los ritmos afrolatinos toman un protagonismo brutal, los cuales se mezclan de gran forma con el jazz y el blues.
Desde que abre el disco sabes que algo bueno está por venir, ya que “Singing Winds, Crying Beasts” es una excelente introducción a la vibra mística de “Abraxas”.
Después toca el turno a uno de los mejores covers de todos los tiempos, “Black Magic Woman”, original de Fleetwood Mac, pero llevada a otro nivel por Santana.
El sabor de “Oye como va” se respira de forma jubilosa en uno de los momentos más fiesteros del álbum.
Después se da paso a un delicioso jazz, llamado “Incident at Neshabur”, el cual pasa del frenesí al tono melancólico de forma emotiva.
“Se acabó” es una canción en la que las percusiones lucen en grande, al igual que la guitarra de Carlos y el órgano Hammond de Rolie.
Después sigue uno de los mejores temas de este disco y de la carrera de Santana, “Mother’s Daughter”, pieza rockera, en la que Gregg deja sentir su gran voz.
La parte final de “Abraxas” se da de forma majestuosa, con “Samba pa’ ti”, pieza instrumental en la que Santana hace llorar su guitarra dulcemente.
“Hope You’re Feeling Better” es la siguiente canción en la lista, pieza potentemente rockera, en la que la banda da cátedra de poderío.
Y la parte final, llamada “El Nicoya”, es la salida perfecta para un álbum redondo, el cual revolucionó la forma de hacer rock, haciendo escuela para muchas bandas.