División Minúscula se encuentra celebrando 20 años de trayectoria, mismos que festejan con su EP ‘Secretos’; el 4 de noviembre llegarán a Monterrey.
Especial.- División Minúscula celebra 20 de años de rasgar guitarras, hacer vibrar bajeos y dejar eco con sus percusiones. Dos décadas con un cúmulo de aprendizajes, experiencias y madurez que, si bien los han marcado, no han cambiado su consigna que les dicta disfrutar de cada segundo, de cada creación, de cada grito frente a la tarima, sin perder el tiempo entre los “¿qué pasará?” y “¿a dónde llegaremos?”.
El próximo 4 de noviembre, División traerá su fiesta a Monterrey, ciudad que desde sus inicios los han arropado como hijos adoptivos. En el viaje musical que se presenciará en el Auditorio Pabellón M, División contará todos sus ‘secretos’ mediante un repertorio de más de 30 canciones; recordarán desde sus primeros pasos en la escena hasta los tintes de su firmeza y madurez con su nuevo EP ‘Secretos’, trabajado de manera independiente y grabado en diversos estudios de la Ciudad.
Por primera vez en sus dos décadas de trayectoria, los originarios de Matamoros llevarán su música al Auditorio Nacional este 8 de octubre en una presentación que para ellos es todo un logro, y lo cierto es que ya era justo y necesario luego de que en repetidas ocasiones el Teatro Metropólitan luciera abarrotado con su presencia.
Sin embargo, pese a que hoy disfrutan de la víspera de su primer Auditorio Nacional, como en toda banda aventurera, las ‘piedritas’ en el camino también han estado presente durante su trayectoria, pero aún con aquellos momentos negros, la agrupación continúa usando como estandarte su pasión por la música.
“Nos reímos de los peores momentos en donde antes estábamos al borde del llanto […] El ser honesto y apasionado es cuando los altibajos no te afectan y cuando hay visión muy firme, si no la hubiéramos tenido lo hubiéramos dejado cuando ya no éramos adolescentes, cuando a nuestro tercer disco no le fue igual que el segundo, cuando perdimos cosas familiares o nos quedamos sin mánager. No importaba que después de veinte años llegáramos al Auditorio Nacional, y sinceramente si no hubiéramos llegado no hubiera pasado nada”, dice Javier Blake.
“A paso lento, pero seguro”, podría ser una frase con la que se identifique su línea del tiempo discográfica. División explica que no se toman el hacer música a la ligera y, de planear algo nuevo, deben contar con un concepto detrás.
“Creo que cada disco refleja quién eres, en qué etapa estamos. Para la banda no es una opción sacar una canción al año, debe haber un concepto detrás de todo porque lleva tiempo moldear un sonido y es difícil meterlo en una sola canción”, expresan.
Es por lo anterior que este 2016 optaron por ofrecer a su público un EP con 5 temas, además de que aseguran que hoy en día la gente no se da el tiempo ni la oportunidad de escuchar un álbum por completo, y un EP sería una manera de entrar en la forma actual del consumo de música.
“Encontramos la química perfecta y el sonido que deseamos para cada una de las cinco canciones del EP. Conforme pasan los años encontramos mucho mejor la manera de comunicar lo que queremos decir, perfeccionamos esa manera que encontramos hace 20 años”, explica Kiko Blake.
Es esa firmeza que imponen sobre su estilo la que los ha llevado a permanecer en el lugar que ellos quieren sin rozar ningún tipo de etiqueta o estereotipo, y nunca dejan que el ‘miedo a lo desconocido’ domine sus mentes.
“Somos una banda de rock, una banda que, cuando éramos adolescentes, la música punk nos llevó a agarrar una guitarra. Cada disco ha ido mutando hasta ahora que podemos quitarnos las etiquetas […] Esperamos a madurar; cada noche dormimos tranquilos porque tenemos la banda que queremos. No hay miedo en ser diferentes”, expresan.
En su cabeza tampoco habitan deseos de vender millones de discos, tampoco la intriga de saber en qué lugar de un top se plasma su nombre, y mucho menos les preocupa el llegar a ser la ‘banda de moda’. Ellos viven cada momento, cada segundo
“(El rock) no radica en la venta de discos o el lugar en el que te pongan en un festival, no radica en nada de números. Lo que sí es en una carrera de resistencia y en que no eres el sabor de la semana o la moda. Mucha gente ni siquiera sabe quién es División Minúscula y tenemos veinte años en esto, no es tratar de ampliar la carrera haciendo una colaboración con una banda de cumbia […] Cada cosa tiene su lugar y se va desvirtuando cuando intentamos sumar cifras en una taquilla”, expresa Javier.
No, no son normales; no son un grupo común, y es que quizá, División Minúscula nació con un ‘defecto perfecto’, ese que los hace olvidar el ‘negocio’ y enfocarse en la melomanía que corre por sus venas.