A finales de 1987 un disco comenzó a generar una onda expansiva por doquier, ese disco se llamaba “Kick” y pertenecía a INXS, banda australiana que ya había tocado el cielo 2 años antes con su obra “Listen Like Thieves” y que a pesar de ese hecho logró romper las presiones al crear un disco redondo y completo en todos sentidos, teniendo como punta de lanza una “power ballad” de antología, llamada “Never tear us apart”.
Esta canción tuvo un proceso creativo sui generis: mientras la banda se encontraba de descanso, Andrew Farriss, tecladista, guitarrista y cerebro musical de INXS, se puso a trabajar en una idea que le rondaba por la mente de manera recurrente, la cual consistía en hacer un tema a ritmo de blues.
Y así, sin proponérselo, logró grabar un demo instrumental, en donde le dio rienda suelta a su inspiración y talento en el piano, la cual le mostró a Michael Hutchence quien quedó admirado con la melodía que estaba escuchando.
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Michael no lo pensó 2 veces y se puso a trabajar en una letra, buscando que dicha lírica fuera lo suficientemente emotiva y dramática para que quedara acorde a la música de Andrew.
El icónico cantante lo logró: volcó su corazón en el papel y creó una de las baladas más impactantes de todos los tiempos, en la que se relata cómo 2 almas logran toparse y “colisionar”, creándose un lazo irrompible.
La canción fue modificándose musicalmente durante el proceso de grabación, hasta darle un papel protagónico a los sintetizadores, teniendo una guitarra que también resalta en ciertos pasajes de la canción y, claro, el sax que en la segunda parte de este tema hace arder la melodía.
Con “Never Tear us apart”, INXS logró crear una de las mejores power ballads de todos los tiempos, una verdadera joya de los 80’s.