El segundo disco de Caifanes salió al mercado el 19 de junio de 1990.
Después de un primer disco exitoso, con el cual inició un nuevo rumbo para el rock mexicano, Caifanes se metió al estudio de grabación a finales de 1989 para trabajar en su segundo material discográfico, el disco “Volumen II”, mejor conocido como “El Diablito” por la ilustración de la portada.
El ahora quinteto se embarcó en una aventura musical en Nueva York, de la mano del productor argentino Óscar López, logrando un resultado asombroso: un disco oscuro y pasional.
Este material representó para Caifanes un paso adelante en su carrera, mostrando una dirección bien definida, en la cual la mexicanidad se palpaba sin caer en los extremos.
https://www.youtube.com/watch?v=tplZMo9FbsE
En total 11 temas integran esta obra (“Aquí no pasa nada” y “La vida no es eterna” se incluyeron
como bonus track).
En “El Diablito” se incluyen algunos de los temas que se convertirían en clásicos no sólo de Caifanes, sino del rock mexicano, como “La Célula que explota”, “Dioses Ocultos” y “Detrás de ti”, pero también canciones que quedaron como “perlas”, alejadas de las masas ajenas a los no tan fanáticos de la banda, como “Sombras en tiempos perdidos”, “Amárrate a una escoba”, “Negro Cósmico” o “Aquí no pasa nada”.
Cada uno de los integrantes de la banda luce en su instrumento. Guitarras, bajo, teclados, sintetizadores, batería y voz se conjuntan de forma mágica, creando uno de los álbumes más pasionales y trascendentes del rock mexicano.
El rock mexicano cambió después de este disco. Lo demás lo sabemos todos.