Aunque la cinta ha favorecido el surgimiento de odio y críticas en redes sociales, el posicionar a Queen y al rock en las listas de popularidad es un gran efecto de “Bohemian Rhapsody”.
“Queen derrumbó al reguetón de las listas de popularidad de Spotify”, fue una de las noticias que le ha dado la vuelta a nuestra escena musical del continente, logro obtenido por el avasallante empuje de “Bohemian Rhapsody”.
Esta noticia trajo grandes alegrías a los amantes del rock y detractores del “género urbano”, y no es para menos, ya que el reguetón ha monipolizado las listas de popularidad al grado de que artistas de otros géneros han optado por acercarse a él.
Esta película llevó de nuevo al rock a las masas, en especial a los jóvenes y a personas que nunca en su vida le habían puesto atención a la música rockera y eso hay que festejarlo, aunque, claro, siempre habrá detractores.
“Es una moda”, “solo es el mame del año”, “bola de ‘posers'”, son algunas de las frases que inundaron las redes sociales, criticando el gran interés que despertó la película.
Cada opinión es respetable, pero creo que explotar en odio por un nuevo “boom” por una banda histórica del rock resulta contradictorio.
Durante años la comunidad rockera se ha quejado de que solo suena el reguetón, el pop, el género regional mexicano, y que el rock ha sido relegado en medios de comunicación.
Incluso algunos asumen actitudes pedantes, presumiendo sus “finos” gustos musicales, criticando a quien escucha otros géneros.
Entonces, ¿por qué quejarse de que ahora se hable en todos lados de Queen?
Al contrario, los que amamos el rock deberíamos de alegrarnos de que haya mucha gente que esté descubriendo el legado de Mercury y compañía, y que se acerquen (aunque sea de rebote) a otras bandas rockeras.
Voy más allá: ¡que se extienda el fenómeno “Bohemian Rhapsody”! ¡Que se hagan más películas biográficas sobre rockeros!
¿A poco no estaría de lujo que lanzaran una película sobre la fascinante vida y obra del maravilloso David Bowie, en la que se documentaran todas sus transformaciones, todo su arte?
¿Verdad que estaría de lujo que a algún productor se le ocurriera crear una cinta sobre Pink Floyd, en la que se registre cómo se conocieron, la locura de Syd, la psicodelia, sus grabaciones, peleas, anécdotas, conciertos significativos?
¿Te imaginas ver en película la carrera de Led Zeppelin, para ver cómo fueron sus inicios, ascenso, decadencia, tragedias y hechos enigmáticos?
¿O ver en el cine las historias de The Cure, Nirvana, Creedence, The Who, AC/DC, Pearl Jam, Rolling Stones?
¿O poder conocer las fascinantes historias de Alice in Chains, Deep Purple, Stevie Ray Vaughan, Eric Clapton?
Ojalá, porque de esta manera la música rock podrá posicionarse de nueva cuenta como un género que mueve masas.
