“La Negra Tomasa” es una canción del cubano Guillermo Rodríguez Fiffe, cuya versión de Caifanes se convirtió en un éxito comercial.
En la década de los 80’s el rock mexicano apenas sobrevivía, manteniéndose en los circuitos underground del país. La atención de los medios de comunicación hacia esta corriente musical era nula, salvo algunas excepciones de menor impacto; además de lo anterior, el rock and roll había venido sufriendo una sistemática estigmatización brutal la cual lo mantenía como un asunto para inadaptados y delincuentes, losa muy difícil de quitarse.
La Negra Tomasa de Caifanes del rock a la cumbia
Bandas como El Tri de México (antes Three souls in my mind), Keny y los Eléctricos, Ritmo peligroso, Botellita de Jérez y otros proyectos se mantenían en “pie de lucha” haciendo ruido en diversas partes del país, pero el destino del rock hecho en México parecía estar destinado al mundo subterráneo hasta que en 1988 llegó una canción que cambiaría la historia del rock mexicano: La Negra Tomasa.
Caifanes, banda formada en 1987 por Saúl Hernández, Sabo Romo, Diego Herrera y Alfonso André, llamó la atención desde su inicio gracias a su estética dark (look que según Saúl tomaron de “Trucu trú”, personaje de Tin Tán) pero sobre todo a sus letras metafóricas y a su música melancólica. Rápidamente se empezó a correr la voz en la Ciudad de México sobre esta banda, comenzando a ganar fama en este circuito.
Pero el “gran golpe” de Caifanes se daría sin planearse: durante los ensayos Saúl empezaba a “palomear” La Negra Tomasa, canción original del músico cubano Guillermo Rodríguez Fiffe, tocándola a ritmo de cumbia. La banda decide a manera de diversión, de reto o sarcasmo tocarla para cerrar sus presentaciones y de esta manera Caifanes impacta ya no sólo con el público de sus tocadas, ya que la compañía disquera RCA – Ariola les pide grabarla y sacarla a manera de sencillo, corriendo la grabación a cargo del argentino Óscar López.
Dicho maxi single sale a la venta en diciembre de 1988 y se promocionó con un vidideoclip que pocos saben que fue dirigido por el mismísimo Emmanuel “El Chivo” Lubezki, el fotógrafo mexicano ganador de varios Oscares.
En menos de un año logran vender 600 mil copias, hecho inaudito para una banda de rock en México.
Esto ocasionó que los medios de comunicación y las disqueras voltearan a los grupos de rock, al darse cuenta de que podía crearse “un mercado” con este género. De ahí saldrían a la luz bandas como Neon, Fobia, Maldita Vecindad, La Castañeda, Amantes de Lola, Café Tacvba y muchas más, con las cuales se le pudo hacer frente a la invasión de bandas argentinas y españolas, generándose un verdadero movimiento de rock mexicano.
Obviamente no a todos les agradó que una banda de rock se abriera paso con una canción cover y a ritmo de cumbia, pero fueron más las personas que se acercaron al grupo y al género, éxito que consolidarían con el disco “El Diablito” y la canción “Célula que explota” en 1990. La Negra Tomasa ha logrado vencer las barreras del tiempo y de género, y se mantiene igual de vigente en nuestros días.
Aunque suene duro: La Negra Tomasa fue la cumbia que salvó al rock mexicano.