Enjambre y DLD se presentaron anoche en el Auditorio Citibanamex, en lo que fue una gran jornada de rock mexicano.
Los sábados por la noche son el momento de la semana en el que toda la ciudad busca distraerse y pasarla bien y este sábado no fue la excepción en Monterrey, ya que fue el día elegido para la presentación de Enjambre y DLD.
Lento pero seguro logramos ver cómo la gente iba llegando al Auditorio Citibanamex, llenando las butacas que pronto servirían únicamente de adorno en lo que sería una noche llena de gritos, saltos y pasión.
DLD, los originarios del Estado de México, iniciaron la noche con “Por Siempre”, una canción con mucha energía y clásica de su producción de 2009, algo que sin duda nos prometía un gran show siendo que es una de sus canciones más apreciadas por los fans y que evidentemente terminó con un gran aplauso.
Después sonó “Química y física”, la cual contó con la proyección en pantalla de fórmulas de química, mientras la música sonaba duro, continuando con la energía y rock que distingue a la banda mexiquense.
“¿Cómo está la sultana, listos?”, nos dijo Francisco Familiar, vocalista del grupo, para dar paso a otra clásica: “Dixie”.
“Ésta es la noche en la que nos damos un abrazo después de tanto tiempo”, expresó Paco en lo que fue uno de los primeros momentos emotivos de la noche.
La emoción de los presentes en el complejo cada vez se hacía notar más y más, canción tras canción, grito tras grito, coro por coro. La agrupación sin duda alguna demuestra porqué es una de las bandas nacionales que no te puedes perder.
“El mapa de tus ojos” dió su entrada con un sonido de flauta siguiendo de gritos de emoción por parte de los asistentes del recinto. Un tema que fue acompañado de un piano nostálgico y con un público que desde el primer momento no dudó en corear cada palabra
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“Esperamos que se la estén pasando tan bien como nosotros, porque este es un reencuentro hermoso”, fue una frase que llenó de emoción a los fans, pues sirvió para presentar “Reencuentro”.
La banda demostró una gran maestría en el escenario y esto se apreció en “Estaré”.
“De vuelta acá, la verdad es que se siente muy sabroso. ¡Muchas gracias Monterrey, hasta siempre!”, precisas palabras para iniciar el tema musical con el mismo título. Con un cambio en instrumentación con una guitarra acústica por parte del cantante y con luces adornando de colores rosa y azul con un fondo de estrellas acompañando esta balada.
Llegó la parte donde otro éxito se dejó caer: “Arsénico” dió pie a que los presentes gritaran, saltaran y dejaran salir toda la adrenalina que nos hemos estado guardando desde probablemente muchos meses. Poco a poco la tensión subía para que estallara el coro a voz de cada persona ahí.
“En nombre de todos los que conformamos DLD, queremos darles las gracias por recibirnos en este escenario tan chingón. ¡Muchas gracias a todos los involucrados!”, fueron las palabras con las que DLD se despidió del escenario, pero no antes de tocar “Todo cuenta”.
Con el público vuelto loco, cantando palabra por palabra de los versos mientras se preparaban para el coro se sentía como toda la audiencia regia se despedía de la banda con mucho ruido.
Al momento del coro el vocalista invitaba a participar a los fans acercando el micrófono que se encontraban en las primeras filas para que pudieran cantar y ser escuchados en el recinto.
“Gracias Monterrey”, exclamaron los miembros de la banda, mientras arrojaban baquetas y plumillas para que los amantes de su música se llevaran a su casa un recuerdo.
Posteriormente tocó el turno a Enjambre.
Las luces se apagaron para darle entrada a los gritos del público y los sonidos de lo que parecía una transmisión espacial, acompañada con sonidos de ciencia ficción y teclados muy ochenteros, acompañados de luces en pantalla mientras unas siluetas subían a la tarima.
“Luz en las manos” fue la primera de las muchas canciones que Enjambre interpretaría para el público regio, dando pie a lo que sería una noche increíble.
“Como siempre es un placer estar aquí en Monterrey. Los extrañamos, y por esos días perdidos haremos ruido esta noche”, fueron las palabras que Luis Humberto Navejas, vocalista de la banda, lanzó para saludar a sus fans.
Con una iluminación de tres luces de pilares a cada lado de la tarima, con colores retro y un logo con letras de los 80s, Enjambre daba todo con su música y actitud. No podían faltar los pasos de baile tan característicos del cantante de la banda, los cuales le dieron ese toque especial a su presentación.
“Manía cardíaca” retumbó en los oídos de todos mientras triunfalmente veíamos a Luis rociando botellas de agua sobre el mismo y sobre el público haciendo que la adrenalina subiera aún más.
“Elisa mi Hortaliza” fue otras de las canciones incluidas en el setlist, inmediatamente dando vida al escenario con luces de colores y una pantalla con una imagen de una mujer de piel plateada. Cambiando igualmente los colores que la rodeaban, tonos 3D, rojo y naranja, etc.
“Somos ajenos”, una de la favorita de los fans también se hizo presente con los fanáticos cantando fuertemente con luces de color azul adornando el escenario mientras la banda interpretaba uno de sus clásicos.
Escuchamos también canciones de la nueva producción de la banda como: “Nueve” y “Desconfía”, piezas con toda la actitud de Enjambre y con un sonido tan emblemático de la banda.
Los característicos teclados ochenteros, guitarras suaves, una batería precisa y un bajo que le queda como anillo al dedo a la palabra “groovy”, fueron las constantes durante esta presentación.
El sonido de bajo de esta agrupación es sin duda alguna el elemento más importante que hace que la audiencia salte de emoción y baile al mismo tiempo, algo que pocas bandas pueden lograr hoy en día.
Con “Dulce Soledad” el público simplemente explotó cantando palabra por palabra, algo que realmente hizo vibrar al Citibanamex, mientras que Luis Humberto estuvo alzando los brazos invitando a todos a participar con la canción.
El momento de prender la luz de los celulares llegó cuando de las bocinas salieron los primeros sonidos de “Vida en el Espejo”, tema lleno de mucha nostalgia y amor.
“¡Visita, visita, visita!”, corearon todos los presentes como petición a los intérpretes de este tema y la banda complació a sus fans tocando esta canción.
Gente saltando, con las manos al aire, voces llenando cada esquina del escenario, un verdadero espectáculo que confirma que el rock n roll sigue vivo y fuerte en el país.
El momento de partir se acercaba, Enjambre regresó al escenario para el encore de la noche.
“Delorean” inició como anuncio de los últimos momentos de la noche, una de las más recientes producciones de la banda que nos trajo mucha vibra de los 80s, como es bien asociado con Enjambre.
Era momento de despedirse de la Sultana del Norte y así llega “Elemento”, una de las canciones de las producciones más tempranas de la banda.
Con un auditorio lleno de gritos y amor, la banda se despidió de tierras regias dando un triunfal adiós a lo que seguro será una noche que nunca olvidaran los fans.
La noche de ayer nos mostró a dos de los mejores lados del rock mexicano: La adrenalina y fortaleza de DLD y la buena vibra y poder en vivo de Enjambre.