Ximena Sariñana enamoró a Monterrey como solo ella sabe en un concierto que sus fans regiomontanos disfrutaron de inicio a fin.
La cantante deleitó con su voz y estilo, y no solo eso, sino que tenía preparadas algunas sorpresas para este público que tanto cariño le tiene.
La velada inició alrededor de las 21:30 horas con Lulú Belos abriendo el concierto, dando muestra a todos de su talento en la música y de la frescura de su propuesta.
Posteriormente, solo unos minutos pasaron para que la aclamada Ximena Sariñana saliera al escenario portando un vestido blanco que hacía juego con las figuras inflables que se encontraban a su alrededor.
“¿Qué tiene?” fue el tema que la tapatía eligió para abrir la noche, y al son de sus pasos de baile el público la siguió dejándose llevar por la música.
Efusiva y alegre como siempre, Ximena saludó a su público y recordó que la última vez que estuvo en la ciudad fue durante el Festival Santa Lucía, en el que ella estaba pasando por un momento difícil pues se había contagiado de Parvovirus, por lo que ante la emoción del momento y lo mal que asegura se sentía, se echó a llorar frente a su público en aquel entonces, por lo que este sábado le resultaba muy grato poder reunirse con la gente que le vio tan vulnerable aquella vez.
Canciones como “A No Llorar” o “Cobarde” se dejaron escuchar durante el concierto, pero sin duda los momentos más especiales fue cuando Tessa Ia apareció sobre el escenario junto a Ximena tras salir de una enorme concha para interpretar el tema que tienen en colaboración, “Diva”.
Más tarde llegó el turno de la segunda sorpresa de la noche, y es que el regiomontano Chetes hizo acto de presencia junto a Sariñana para interpretar el tema “Nostalgia”, llevándose los aplausos del público.
Lo vivido adentro del Auditorio Río 70 fue un deleite total, y dejó claro que Ximena Sariñana es muy querida por su gente.