Lemmy Kilmister, líder de Motörhead, falleció el 28 de diciembre del 2015.
Era la tarde – noche del 28 de diciembre del 2015 y una noticia comenzó a propagarse con gran fuerza: “Lemmy Kilmister, cantante y bajista de Motörhead, ha fallecido”.
La nota causó estupor entre la comunidad rockera y de inmediato se pasó al escepticismo, ya que ese era el Día de los Inocentes, así que muchos tomamos esa nota como una broma o una tomadura de pelo, clásica en esa fecha… pero no, la lamentable noticia era real.
Último concierto y la muerte de Lemmy Kilmister
Lemmy Kilmister tenía tiempo arrastrando diversos problemas de salud que abarcaban la hipertensión, diabetes, taquicardias y fatiga crónica, lo cual le llevó a cambiar varios hábitos y a bajar su ritmo de trabajo, hasta que simple y sencillamente su cuerpo ya no pudo más y tuvo que parar de tocar, dando su último show en Berlín, Alemania, el 11 de diciembre de 2015.
Después de esto, Lemmy tuvo que guardar reposo absoluto y ser sometido a diversos estudios médicos. Los resultados de los análisis eran devastadores: cáncer de próstata, en fase terminal con metástasis en proceso.
Dicho diagnóstico le fue dado el día 26 de diciembre, es decir, tan solo 2 días antes de su fallecimiento.
Familiares y amigos no se explicaban cómo es que Lemmy se mantuvo en pie y activo durante los días previos, siendo que prácticamente el cáncer se había apoderado de su cuerpo, lo cual muestra el coraje y el amor por la música que “La Bestia de las cuatro cuerdas” tenía.
El funeral de Kilmister fue un evento sumamente emotivo. Varios amigos y familiares estuvieron presentes y demostraron su afecto por el cantante.
Y es que hay que tener en cuenta que a pesar de la estampa de “maldito” que tenía Lemmy, era todo un “señorón” de rock que era respetado y amado casi por la mayoría de sus compañeros de oficio.
El hueco dejado por Lemmy Kilmister es enorme y nadie, absolutamente nadie ha podido llenarlo. Y vaya que hacen falta personas como Lemmy en la actual escena rockera, la cual ha ido convirtiéndose en una pasarela de “vedettes”.
En vez de lamentar su ausencia, debemos gozar de su legado musical y extenderlo a las nuevas generaciones.