La banda Underoath dio un gran concierto en el Showcenter Complex contando con la participación especial de Memphis May Fire.
Por Elizabeth Ramos
Así estuvo el concierto de Underoath en Monterrey.
La noche del viernes 19 de enero se presentó una de las bandas más esperadas de la vieja escuela del hardcore y derivados: Underoath, grupo con más de 20 años en la escena.
Pese al clima frío que se ha venido resintiendo en la ciudad en estos últimos días, poco a poco se fueron dando cita cientos de jóvenes y no tan jóvenes en el Showcenter Complex, algunos muy abrigados y otros vistiendo solo la camiseta de la banda en lo que parecería una misión suicida ante una temperatura alrededor de los 11 grados.
Como banda telonera de lujo se contó con la participación de Memphis May Fire , banda de metalcore originaria de Denton, Texas activa desde el 2006 , que desde su primer minuto en el escenario puso a vibrar a los regios con su enorme energía y dinamismo.
Matty Mullins demostró ser un excelente frontman con un dominio escénico total, haciendo que la hora se pasara súper rápido.
Luego llegó el turno de la banda esperada de la noche, Underoath, quienes en punto de las 10 saltaron literalmente al escenario con una energía impresionante, interpretando “Take a Breath”, canción con la que abrieron la noche.
Posteriormente llegó la clásica “Writing On The Walls”, donde todos cantaron y ya el ambiente se sentía con mucha euforia. Otra de las más aclamadas de la noche fue “Hallelujah” donde ya se empezaban a ver unos indicios de slam al centro del área de general.
Siguió el turno de “It´s Dangerous Business Walking Out Your Front Door” donde ya la banda invitó a hacer el mosh pit, levantar las manos y aplaudir , a lo que el público reaccionó de inmediato cantando el coro de la canción creando así un épico momento.
Lo destacado es la energía de su vocalista Spencer Chamberlain, quien no dejó de saltar, correr e interactuar con la gente durante todo el concierto, llegando incluso a bajar y cantar entre el público en algunas canciones.
El final del show llegó con “A Boy Brushed Red Living in Black and White”, donde la banda lo dio todo, con Spencer bajando en diferentes aéreas del escenario para interactuar con los fans más afortunados que estaban adelante, eufóricos por tal acercamiento.
Cuando la banda se estaba retirando le aventaron una baqueta a un niño que estaba sobre los hombros de su papá, con indicaciones de que era para él y nadie más.
Sin duda este concierto dejó una inyección de energía a todos los asistentes, que durante alrededor de una hora no dejaron de saltar, headbangear, cantar, gritar y alzar las manos en puño, noche en la que muchos recordaron sus días de preparatoria o secundaria, esos días de adolescencia donde ponías tu discman y te olvidabas de todo el mundo.
La gira de Underoath por nuestro país seguirá en Guadalajara y CDMX en los próximos días.