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metallica black album 1991

Álvaro García

La historia del “Black Album” de Metallica

El 12 de agosto de 1991 se lanzó “Metallica”, el quinto disco de estudio del cuarteto angelino, el cual marcó un parteaguas en su carrera.

Metallica

Este es el disco más vendido de Metallica.

El 12 de agosto de 1991 se lanzó “Metallica”, el quinto disco de estudio del cuarteto angelino, el cual marcó un parteaguas en su carrera.

La década de los 90s estuvo llena de grandes discos que hoy son considerados como clásicos del rock y uno de ellos es el “Black Album” de Metallica.

Este disco, cuyo nombre formal es simplemente “Metallica”, marcó un antes y un después no solo para el cuarteto estadounidense sino para el rock en general.

Metallica

Y es que este disco de 12 canciones se convirtió el álbum más vendido de Metallica y uno de los más exitosos en ventas de toda la historia.

Pero no todo fue “miel sobre hojuelas”, ya que el proceso de grabación fue casi una tortura para todos los involucrados, la cual duró cerca de 9 meses.

Con el “Black Album”, el grupo conformado por Lars Ulrich, Kirk Hammett, James Hetfield y Jason Newsted, dio un paso adelante en su carrera al cambiar por completo su dinámica a la hora de grabar.

Mucho tuvo que ver la mano y visión del productor Bob Rock, quien propuso varios cambios y logró convencer al cuarteto de aplicar estos cambios a pesar de la resistencia de ellos.

Bob buscó darle a Metallica un sonido más limpio y “profesional”, para que resaltara cada uno de los integrantes con su respectivo instrumento y ese es uno de los aspectos que más destaca de esta obra.

Pero esta obra no solo sobresale por un tema de producción o de estilo y estética auditiva, sino a la gran calidad de las composiciones que se incluyen.

Sí, se alejaron un poco (o un mucho) del thrash y apostaron por un rock duro más clásico, incluyendo además algunas “power ballads”, lo cual les trajo muchos detractores pero también millones de nuevos fans.

Hay momentos emotivos con “Nothing else matters” y “The unforgiven”, ese lado perverso de “Enter Sandman”, canciones densas como “Don’t tread on me”, “Sad but True”, “Wherever I may room”, “My friend of misery”, además de temas más movidones como “Holier than thou” y “Of wolf and man”.

Es en síntesis un disco rico en matices y calidad, en el que se percibe que la banda alcanzó un grado de madurez musical notable.