La familia del ícono del heavy metal anunció su deceso el 22 de julio. En un comunicado firmado por su esposa Sharon y sus cuatro hijos, expresaron que compartían la noticia con un dolor que las palabras no podían describir, mencionando también que Ozzy murió rodeado de amor.
El legendario cantante de Black Sabbath murió en su residencia familiar en Buckinghamshire, Inglaterra. Más tarde se supo que los servicios de emergencia estuvieron en el lugar durante dos horas intentando reanimarlo.
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Según el New York Times, el certificado de defunción indica que Osbourne perdió la vida debido a un ataque cardíaco, y también se menciona que padecía enfermedad arterial coronaria y Parkinson.
El documento fue presentado en Londres por su hija, Aimée Rose Osbourne. En él se detallan tanto el paro cardíaco como la enfermedad de las arterias coronarias, además del diagnóstico de Parkinson como condiciones preexistentes.

Previamente ya se había informado que paramédicos de una ambulancia aérea acudieron al lugar y trabajaron durante dos horas para intentar salvarlo. Thames Valley Air Ambulance confirmó que fueron enviados para brindar cuidados intensivos cerca de Chalfont St. Giles el 22 de julio. Posteriormente, Osbourne fue trasladado en helicóptero al Hospital Harefield en Uxbridge.
Su hija Kelly Osbourne publicó el 4 de agosto un mensaje en redes sociales agradeciendo el apoyo recibido: “El amor, el apoyo y los mensajes tan conmovedores que me han enviado me han ayudado a atravesar el momento más difícil de mi vida. Cada palabra de aliento, cada recuerdo compartido y cada muestra de cariño han sido profundamente significativos para mí.”
Refiriéndose a su proceso de duelo, Kelly añadió: “El dolor es algo curioso, llega en oleadas. Sé que no estaré bien por un tiempo, pero el saber que no estamos solos en este sufrimiento marca una gran diferencia. Me aferro con fuerza al amor, la luz y al legado que dejó mi padre.”