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Álvaro García

Linkin Park enciende Monterrey

Linkin Park ofreció una noche llena de energía y rock a 11 mil 500 regios con su The Hunting Party Tour en la Arena Monterrey. Texto: Melisa Garza@MelGarzaFuentes Esta noche de jueves, 11 mil 500 regiomontanos se dieron cita en la Arena Monterrey para sentir en carne propia la euforia que los rockeros de Linkin … Leer más

Arena Monterrey, Linkin Park, The Hunting Party Tour

Linkin Park ofreció una noche llena de energía y rock a 11 mil 500 regios con su The Hunting Party Tour en la Arena Monterrey.

Texto: Melisa Garza@MelGarzaFuentes

Esta noche de jueves, 11 mil 500 regiomontanos se dieron cita en la Arena Monterrey para sentir en carne propia la euforia que los rockeros de Linkin Park ofrecen en su The Hunting Party Tour. Una noche llena de gritos, saltos, meneos de cabeza y, por supuesto, mucho rock.

Minutos antes de las 21:00 horas la pantalla de la Arena Monterrey se encendió para mostrar un breve documental del tour de la banda, en donde se podía apreciar a Linkin en backstage e imágenes de algunos de los eufóricos fans que los han acompañado en el camino.

El filme terminó y quedó plasmado el logo de la agrupación mientras en la zona del escenario podía verse como se acomodaba todo para la gran presentación. Frente a los teclados se extendió una bandera de México, y más tarde, otra más se colocó en el pedestal principal, en donde ondeaba con orgullo a vísperas del show.

Eran las 9 de la noche con 11 minutos cuando la arena quedo en total oscuridad y se dejó caer un enorme estruendo en medio del compás de los platillos mientras poco a poco iba subiendo cada uno de los músicos. La zona cancha se convirtió inmediatamente en un mar de brazos, unos grababan el encuentro y otros solamente seguían el ritmo de “Papercut”, tema abridor.

Cuatro cajas plateadas que se encontraban frente al escenario servían como base a los músicos quienes subían y bajaban de ellas con total energía. Además, la producción estuvo conformada por pantallas frente a la batería y los teclados, en donde se proyectaban diversos juegos de imágenes.

Con uniformes aplausos se dio la bienvenida a “Given Up”, segundo tema de la noche. Los gritos de Chester Bennington pudieron disfrutarse ampliamente a lo largo de la pasarela que conformaba el escenario, y éste a su vez, aprovecho para tomar las eufóricas manos de los afortunados que, después de largas horas de fila, se encontraban cerca de la tarima.

Ni un segundo de respiro dejaban pasar entre un tema y otro, pero a los fanáticos no les importó y seguían rockeando al ritmo de “Points of authority” y “One step closer”

“¡Thank you very much, we love you!”, gritó la banda a los fanáticos, quienes como respuesta gritaban y ovacionaban el nombre de la agrupación.

Después de un breve intro en piano llegó “A line in the sand”. Por su parte, Chester disfrutaba de su poder sobre el escenario y comenzaba a jugar con la respuesta del público, el cual a cada alzar de sus manos respondía con grandes gritos e imitaban sus movimientos: fenomenal.

A treinta minutos del show aun podía sentirse la vibra, la emoción y el ímpetu con el que se arrancó, pues Linkin Park sabía perfectamente cómo mantener encendida esa llama.

A la noche le siguieron temas como “From the inside”, “Wastelands” y “Castle of Glass”. Y posteriormente deleitaron con una especie de popurrí con canciones como “L.O.A.T.R.”, “Shadow of the day” e “Iridescent”.

Después de un breve descanso, Linkin Park volvió para interpretar “New Divide” y “Breaking the habit”. La zona cancha estaba repleta y podía verse como el juego de luces se movía de frente hacia atrás descubriendo las caras emocionadas de los asistentes.

Llamas de pintaron en las pantallas para recibir a uno de los temas más esperados de la noche: “Burn it down”. Después, Mike Shinoda tomó los micrófonos para interpretar “RTN” y la nueva “Welcome”.

Durante el clímax del show el éxito “In the end” hizo retumbar todo el recinto, y con “Faint” se agradecieron y salieron del escenario. Sin embargo, bastaron un par de minutos para que Linkin volviera en medio de aplausos e interpretara lo último de la noche.

“Waiting for the end”, “What i’ve done” y “Bleed it out” se encargaron de cerrar la velada. “¡Muchas gracias, México!, ¡Good night!”, dijeron y se despidieron de lado a lado del escenario lanzando púas y baquetas a su público.

Fue así que terminó la esperara noche de Linkin Park en Monterrey. El saldo: Gargantas desgarradas, dolores de cuello y dolores de brazos; la mejor medicina: la satisfacción de haber visto en vivo lo mejor de aquella banda que logro poner los pelos de punta de cada uno de sus seguidores durante casi dos horas de show.

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