El cantante español Enrique Bunbury presentó “El Camino más largo”, documental de una de sus giras.
Enrique Bunbury es un personaje controversial, odiado y ridiculizado por muchos y amado e idolatrado por muchos más, el cual se mantiene como una de las figuras más constantes y consistentes del rock en español. Pues bien, ahora Bunbury es el protagonista de “El camino más largo”, documental dirigido por el tambn español Alexis Morante, el cual fue presentado a finales del año pasado en varios festivales y se proyectó en salas mexicanas apenas el pasado 14 de marzo.
En “El camino más largo”, quedan plasmados algunos de los aspectos más íntimos de la gira “Las consecuencias” 2010, un arriesgado tour emprendido por Enrique Bunbury y sus Santos Inocentes por Estados Unidos, el cual significaba “picar piedra”, ya que iría a lugares a donde jamás había llevado su música. Lo que Enrique buscaba con este nuevo reto era salirse de la zona de confort y volver a las bases, viajar en autobús y tocar en lugares pequeños, en donde no era tan conocido y conquistar, así, un nuevo público.
El camino no fue solo largo, sino tenso y dolorosos por momentos; en este filme podemos apreciar a un Enrique Bunbury como pocas veces se le ha podido ver: mal de salud en algún momento, enojado, deprimido, eufórico, incluso fue “cazado” en un momento de introspección total después del tornado de emociones vivido en un concierto. Aunado a esto, Enrique viviría 2 hechos significativos durante esta gira: primeramente la muerte de su mascota, un gato blanco que le acompañaba en la gira, y el embarazo de su esposa Jose Girl, es decir, un proceso de vida y muerte que le afectó al espigado cantante originario de Zaragoza.
El ritmo del filme es más que bueno, ya que el director supo mezclar los momentos de brutal intensidad de los shows con los momentos íntimos y de calma; la fotografía es de lo mejor y, lo más importante: el protagonista da mucho material para el filme, ya que Enrique Bunbury es un tipo interesante y expresivo.
En resumen, “El camino más largo” resulta un gran “rockumentary”, el cual es ampliamente recomendable no solo para los fans de Bunbury, sino para el público rockero en general. Es el testimonio de un artista inquieto, al que le desagrada la comodidad y prefiere los retos, como diría él mismo: “cuanto más largo sea el camino, mejor”.