El power trío The Winery Dogs derrochó virtuosismo anoche, en el Café Iguana de Monterrey.
Pocas veces puede verse en nuestra ciudad un concierto de la calidad como el que se vivió anoche en el Café Iguana de Monterrey, 3 portentosos músicos estuvieron derrochando calidad y sentimiento en guitarra, bajo y batería, dejando eufóricos a cientos de fanáticos que llenaron por completo dicho antro, nos referimos a The Winery Dogs.
En efecto, el supergrupo conformado por Mike Portnoy (Twisted Sister, ex Dream Theater), Billy Sheehan (Mr. Big, Steve Vai) y Richie Kotzen (ex Poison, Mr. Big), brindó un impactante concierto en el que dieron un repaso musical de sus 2 materiales discográficos.
Fue cerca de las 22:00 hrs., cuando el escenario principal del Café Iguana se puso a punto, dando inicio así al show de The Winery Dogs con “Oblivion” y “Captain Love”, con las cuales su ferviente público se conectó de inmediato con ellos. Fue notable el grado de respuesta de los fans hacia el power trío, pasando de la atenta y perpleja contemplación al furor total, y es que no es para menos, es en verdad un deleite el ver en acción a cada uno de estos 3 músicos.
La noche continuó con canciones como “We Are One”, “Hot Streak”, “Empire” y “The Other side”, dando espacio también para que Mike Portnoy se aventara un incendiario y prolongado solo de batería, para que posteriormente Billi Sheehan hiciera lo propio con su bajo. Es increíble el cómo, a pesar del grado de virtuosismo de cada miembro de The Winery Dogs, mantienen un respeto por el espacio sónico de cada quien: no se aprecian luchas de ego, sino todo lo contrario, se les ve disfrutar cada momento del concierto.
La parte final del concierto estaba por llegar y sería de manera intensa con 2 grandes canciones, “I’m No Angel” y “Elevate”, tras las cuales The winery Dogs se despidió momentáneamente del escenario, pero regresarían para interpretar 2 temas más “Regret” y “Desire”, con las que el público quedó complacido por completo, cerrando de esta forma un emotivo y vibrante concierto de cerca de 2 horas de duración, tiempo en el que los presentes pudimos apreciar a un trío de músicos en plenitud y llenos de talento.