El 24 de abril de 1989 la sociedad de Querétaro se horrorizó con la noticia de un macabro crimen: una mujer había asesinado a cuchilladas a sus tres pequeños hijos, la asesina respondía al nombre Claudia Mijangos.
Los detalles del suceso fueron ámpliamente difundidos en ese entonces, incluso se difundieron fotografías de la escena del crimen y de los cuerpos de las pequeñas víctimas (Claudia María, de 11 años, Ana Belén, de 9 años, y Alfredo, de 6 años), lo cual hizo que el impacto del caso se extendiera fuera de territorio queretano.
Claudia Mijangos: “La Hiena de Querétaro
Claudia Mijangos Arzac nació en 1956 en Mazatlán, Sinaloa. Estudio comercio y ganó un concurso de belleza en su tierra natal.
Pero detrás de esa cara de aparente alegría se escondía una personalidad llena de problemas: tenía un carácter difícil y ciertos indicios de fanatismo religioso.
A pesar de esto logró formar una familia al casarse con un sujeto llamado Alfredo Castaños, con quien procreó a 3 hijos.
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Luego de trasladarse a Querétaro comenzó a dar clases de catecismo en una iglesia de esa ciudad, lo cual acrecentó sus conflictos internos, pues se enamoró de un padre asignado a esa parroquia, a la par de que mantenía fuertes tensiones con su esposo.
La relación entre Mijangos y su marido era insostenible, por lo cual tomaron terapias de pareja las cuales poco ayudaron, el rompimiento era inminente. Incluso buscó que se anulara su matrimonio por la Iglesia pero esto no fructificó.
Mientras la ruptura matrimonial se materializaba, Claudia Mijangos comenzó a tener alucinaciones (escuchaba voces, veía ángeles y demonios) e ideas delirantes.
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De hecho horas antes de cometer el crimen le habló por teléfono a una amiga llamada Verónica, diciéndole cosas extrañas, entre ellas: “Mazatlán ha desaparecido, no queda nada, todos están muertos”. Pero como era de madrugada la amiga no le dio mucha importancia.
A primera hora, Verónica se presentó en el domicilio de su amiga y se encontró con un escenario dantesco: sangre por toda la casa y los cuerpos de los 3 niños asesinados, mientras que Claudia estaba inconsciente, bañada en sangre.
Tras el estado de shock en el que quedó Mijangos, fue internada en un hospital para tratar sus heridas. Luego de varias horas de permanecer sedada, despertó y aseguraba no recordar nada de lo sucedido.
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Los exámenes periciales confirmaron que no hubo ningún otro implicado en el caso, más que Claudia Mijangos. También se pudo establecer que la primera víctima fue Alfredo, después Claudia María y finalmente Ana Belén, posteriormente la asesina se lesionó a sí misma.
Se le realizaron diversos exámenes psiquiátricos a Mijangos y se determinó que padecía esquizofrenia, depresión y epilepsia del lóbulo temporal, por lo que fue declarada inimputable, es decir que no merecía castigo, sino una “medida de seguridad” de 30 años internada en el pabellón psiquiátrico del reclusorio de Tepepan en la Ciudad de México.
La liberación de Claudia Mijangos
https://twitter.com/MrElDiablo8/status/1121170133202948096
El 24 de abril del año pasado la “Hiena de Querétaro” fue liberada tras cumplir con el periodo de reclusión que se le había dictado.
Una sobrina aceptó tomar la custodia de Claudia, pues por sus problemas psiquiátricos estaba incapacitada para valerse por sí misma. Días después se le internó en unaa clínica psiquiátrica.
Una casa embrujada
De la historia de terror real se generó una historia de fantasmas, pues se asegura que los espíritus de los niños asesinados siguen morando en la casa abandonada.
Por este motivo se ha convertido en un punto de encuentro de investigadores de lo paranormal.