El encuentro entre Bob Dylan y Los Beatles estaba destinado a suceder en algún momento, ambos eran los más grandes y debían cruzar caminos necesariamente
Fue hasta la noche del 28 de agosto de 1964, en el Hotel Delmonico de Nueva York, cuando el cuarteto venía de tocar en un concierto en el Forest Hills Tennis Stadium y Bob, sólo se encontraba en la ciudad como de costumbre. Tras ser presentados por el escritor Al Aronowitz, Dylan sugirió que fumasen (no precisamente tabaco) y tras algunas miradas y risas nerviosas debieron admitir que nunca lo habían hecho.
Dylan se quedó sin habla, ya que lo había asumido tras entender, equivocadamente, la letra de “I Want To Hold Your Hand”: creyó que lo que cantaban era And when I touch you I get high, I get high, I get high, cuando en realidad la letra –tal y como se vio obligado a corregirle John Lennon– decía I can’t hide, I can’t hide, I can’t hide.
A partir de ese momento la carrera de ambos artistas dio un giro grato en sus composiciones, mientras que Los Beatles comenzaron a crear letras de mayor profundidad y más personales, reflejándose en discos Rubber Soul hasta llegar a extremos como el Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band.
Mientras que Dylan aprendió de los Beatles la construcción de melodías memorables, de canciones que la gente pudiera gozar y no sólo se dedicaran a analizar sus letras profundas de contenido social.
Según Aronowitz: “la conjunción de estas estrellas no cambió la música popular, cambió los tiempos en los que viviríamos”.
Visita nuestra fanpage y regalanos un LIKE: https://www.facebook.com/monterreyrock