El asesinato de John Lennon es uno de los acontecimientos más impactantes de la historia del rock.
Un día como hoy pero de 1980 se nos fue una de las máximas figuras en la historia del rock y la música popular mundial: John Lennon.
John Lennon se encontraba en esos días bastante animado ya que regresaba al mundo de la música con el álbum “Double Fantasy”, después de que se tomó un descanso de 5 años de toda actividad del mundo de la música, periodo en el que se dedicó por completo a su familia.
El mencionado disco “Double Fantasy” pintaba para ser un éxito en todos los sentidos y para muestra de esto bastaba con ver la acogida que el público y la crítica especializada le dieron a “(Just like) Starting over”, primer sencillo de dicho material, el cual salió al mercado en octubre de 1980.
Todo pintaba de maravilla para Lennon tanto en el aspecto personal como en el profesional y esto se notaba en su actitud y en su semblante.
Pero la tragedia estaba por aparecerse. El 8 de diciembre de 1980, cerca de las 11 de la noche, Lennon, quien estaba en compañía de Yoko Ono, fue atacado afuera del Edificio Dakota (lugar donde vivía) por un fanático de nombre Mark David Chapman, quien le disparó en 5 ocasiones por la espalda, acertando 4 de los disparos.
John fue llevado de inmediato al Hospital Roosevelt, en donde falleció a las 11:20 de la noche.
Este no fue el primer encuentro de Chapman con Lennon, precisamente ese día a las 5 de la tarde Mark abordó a John Lennon pidiéndole que le firmara un disco, a lo que éste accedió sin problemas. Mark Chapman había controlado sus patológicos impulsos asesinos, por desgracia solo de manera momentánea. Según declaraciones del mismo Chapman, tenía ya tiempo planeando asesinar a Lennon, de quien era fan, esto para “pasar a la historia”.
Lennon dejó un impresionante legado musical, tanto con The Beatles, banda que llegó a ser el más grande fenómeno musical de toda la historia, y en solitario también, gracias a los 8 álbumes de estudio que publicó (uno de ellos póstumo).
44 años sin John Lennon duelen… y mucho.