Caifanes regresó a los escenarios en el Vive Latino 2011, efectuado el 9 de abril de ese año.
El 18 de agosto de 1995 una noticia sacudía a la escena rockera en México: Caifanes llegaba a su fin, después de 8 años de carrera, dando su último concierto esa noche, en San Luis Potosí. El final de Caifanes fue triste y doloroso, rumores de todo tipo circularon al respecto: la lucha de egos, marcadas diferencias musicales, traiciones, problemas con el nombre del grupo, que llegaron a los golpes, de todo se dijo y nunca se supo cuál fue el problema que originó el “truene caifanesco”.
Pasaron los años y los rumores continuaron, todo parecía indicar que había una herida abierta que continuaba sangrando. Un escándalo más sucedió durante el Vive Latino 2000 (5 de noviembre del mismo año), donde Alejandro Marcovich y su esposa fueron retirados de la zona de backstage (estando acreditados) por personal de seguridad, con todo y golpes, justo cuando Jaguares estaba por tocar; Alejandro aseguró que Marusa Reyes, manager de Jaguares, había ordenado el hecho. Por otro lado, Saúl se notaba cómodo con Jaguares, incluso invitó a Sabo y Diego a formar parte de Jaguares en varias etapas, además de que cuando se le preguntaba sobre Caifanes el mismo Saúl trataba de “echarle tierra” al asunto, lo que terminaba de aminorar aun más un posible regreso de Caifanes.
Ante este escenario, en diciembre de 2010 se dio lo impensable, lo inimaginable: al develarse el cartel del Vive Latino 2011 la sorpresa era que Caifanes estaría ahí, como “headliner” y con el quinteto completo. Se dice que lo que originó el regreso de Caifanes fue el grave problema de salud de Alejandro Marcovich, a quien le detectaron y extirparon un tumor que tenía en el cerebro; Saúl Hernández supo de esto y buscó un acercamiento, en el que se fueron “limando asperezas”, generándose así, poco a poco, el retorno de Caifanes.
La actuación de Caifanes en el Vive Latino 2011 fue más que épica, los que estuvimos ahí vibramos sin poder dar crédito a lo que veíamos y escuchábamos; Alfonso, Sabo, Diego, Alejandro y Saúl se notaban sumamente emotivos y contentos, además de que la química sobre el escenario fluía de manera mágica.
La idea inicial era que Caifanes regresaría solo para tocar en el Vive Latino y en el festival Coachella, pero ante la efervescente respuesta se armó una gira por todo el país, Estados Unidos y Centro y Sudamérica, extendiéndose dicha gira hasta nuestros días. Pero, aunque todo parecía estar muy bien, las cosas se empantanaron nuevamente: en marzo de 2013 Alejandro Marcovich salió de la banda; de igual forma, no se dieron razones, y todo se manejó ambiguamente, sin claridad, dando mucho qué pensar.
A pesar de la insistencia del público y los medios de comunicación, Caifanes no mostró intenciones claras de trabajar en un disco nuevo, se dedicaron a continuar con las tocadas y sus proyectos alternos, hasta que el año pasado dijeron que ya había algo de luz al respecto.
¡Qué rápido pasa el tiempo! Estamos a 4 años de distancia de ese momento memorable, en el que la magia de Caifanes regresó a los escenarios; y ante el paso del tiempo, creo que Caifanes nos sigue debiendo música, esperemos que pronto salga material nuevo de la banda y veamos si la magia creativa sigue ahí.