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J.j. González

Gran noche de Harry Potter y La Piedra Filosofal en el Auditorio Pabellón M

John Jessenky dirigiendo a La Orquesta Sinfónica de la Universidad Autónoma de Nuevo León les regalaron una noche mágica de Harry Potter a los asistentes del Auditorio Pabellón M. En 1997, muchos lectores tuvieron su primera vista a la historia de un huérfano entrando al mundo de la magia. En 2001, Harry Potter llegó a … Leer más

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John Jessenky dirigiendo a La Orquesta Sinfónica de la Universidad Autónoma de Nuevo León les regalaron una noche mágica de Harry Potter a los asistentes del Auditorio Pabellón M.

En 1997, muchos lectores tuvieron su primera vista a la historia de un huérfano entrando al mundo de la magia. En 2001, Harry Potter llegó a la pantalla grande y comenzó una generación entera a crecer con los mismos protagonistas con la envidia de que esa vida no se puede vivir. La música en sí es su propia manera de magia y John Williams, quien ha trabajado en películas como E.T., Indiana Jones y Star Wars, le dio vida al universo creado por J.K. Rowling.

Dentro del Auditorio Pabellón M había personas de todas las edades preparándose para ver la película. Algunos venían vestidos casualmente, otros traían la bufanda de Griffindor (Predominantemente, de vez en cuando había un Slytherin por ahí), o los lentes y la cicatriz de Harry, y en ocasión había un grupo de fanáticos verdaderos vestidos en bata de mago, con gorros y varitas mágicas, o la barba de Dumbledore.

La Orquesta Sinfónica de la Universidad Autónoma de Nuevo León, bajo la dirección de John Jessenky, fue la que pudo revivir la magia mientras proyectaban la primera película de la serie, Harry Potter y la piedra filosofal, nota a nota y sincronizados perfectamente con las escenas de cada canción, desde el principio hasta que terminaron los créditos. Al final de la función los 2,600 que asistieron a la función no pudieron evitar hasta pararse para aplaudirle a la Sinfónica.

Al principio la música era tan sutil que uno no se daba cuenta de la presencia de la Orquesta, pero cuando la banda comenzaba sus canciones más fuertes, más que robar la atención, volvían al mundo más intenso y se sentía como si estuviesen pasando la película por primera vez de nuevo, pues en sí, la música en vivo con la acústica maravillosamente diseñada en el Pabellón M le agregaron una dimensión nueva de magia a la película.

El evento ciertamente crea el deseo de ver otras películas así, y terminando la gente se preguntaba si habría de Señor de los Anillos, Star Wars, o alguna otra película amada por tantos. Afortunadamente, en Julio viene el siguiente evento de Harry Potter y la Cámara de los Secretos.

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