Entrevistamos a Emmanuel Horvilleur y nos platicó sobre Illya Kuryaki and the Valderramas, el Machaca y su disco “La Humanidad o Nosotros”.
Era 1995, en la radio estaba sonando mucho una canción con un estribillo tan pegajoso que un día me descubrí cantándola sin querer “Abarajame en la bañera, abarajame en la bañera, nena”. No tenía idea de quiénes la cantaban; incluso a mi papá, que no era aficionado al rock, lo sorprendí un par de veces cantando esa parte. Años después supe que se trataba de Illya Kuryaki and the Valderramas.
Son las nueve y media de la mañana. Suena el teléfono a la hora pactada, una chica me enlaza con Emmanuel Horvilleur (de Illya Kuryaki and The Valderramas) que se encuentra en Barrio de Colegiales, Buenos Aires. Allá son la una y media de la tarde.
—El motivo de mi llamada es por su próxima presentación en México en el Machaca Fest el 17 de junio. Antes, se presentarán en la Carpa Astros en D.F. Y bueno, además veo que su gira se extiende por Europa. ¿Cuéntame sobre este tour?
—Lo de México, lo del “de-efe” un día antes en la Carpa Astros, nada, va a estar buenísimo, la Gira ésta de Europa—. Inesperadamente se corta nuestra llamada. Ésas son el tipo de cosas que a veces suelen pasar en momentos tan específicos como éste, pienso. Pasa menos de un un minuto y retomamos la llamada. Se escucha un “hola” con voz masculina y la chica que dice: ¡Listo ahí está, ya lo logramos!
—Bueno, platicábamos sobre su próxima presentación acá; a propósito ¿qué relación tienen con México?
—He bueno es una relación muy larga, muy grande y real. Es decir amigos costumbres, cultura, pertenencia ya. No me gusta usar ese cliché de segunda casa, pero es un lugar donde nos sentimos bien estando ahí y donde disfrutamos y donde… nada, donde nos gusta estar, básicamente.
—¿Alguna vez han venido a vacacionar y no sólo por trabajo?
—En realidad no. Dante sé que sí ha ido de vacaciones, pero nosotros por ejemplo: tocar y quedarnos unos días más e ir a conocer los cenotes o cosas así, sí. Pero, tengo unas vacaciones pendientes a toda la parte de la Riviera Maya, que ojalá pueda hacer pronto. Tengo muchas ganas de estar ahí un tiempo, siempre que estoy ahí me gusta todo: la comida, los amigos, la música, el alcohol, así que está buenísimo —. Se le escucha una sonrisa en el rostro al decir eso último.
—Sé que les ha ido súper bien con este último álbum ´La Humanidad o Nosotros´. Cuéntame un poco sobre el material, sobre las nominaciones y premios que les ha traído.
—Es un disco que nos ha traído muchas alegrías. Hemos ganado dos Grammys latinos, uno por el video de “Gallo negro” y otro por Mejor disco de rock alternativo; la semana que viene también tenemos unas nominaciones a los premios Gardel, por el video y por el disco. Y, nada, nos pone muy contentos. Es un disco que para nosotros es también un volantazo sonoro, es decir, como un nuevo sonido de Illya Kuryaki; con canciones más melódicas, más lentas. Hicimos una canción que quedó muy buena junto a Natalia Lafourcade que se llama “Ey, Dios”, y bueno, también hay ciertas referencias a México con una canción que se llama “Ritmo mezcal” que habla un poco de nuestras estadías en Tierras Aztecas.
—Y a más de 20 años de carrera, dime ¿cómo hacen para reinventarse? Es algo difícil en las bandas, después de tantos años, no repetirse y sobre todo, conservar el estilo.
—Bueno, supongo que siempre nos gustó y nos interesó el hecho de experimentar, de investigar, y de que se hagan cosas nuevas, eso nos mueve como músicos. Creo que es una de nuestras características, es algo natural en nosotros. Nuestros primeros discos eran diferentes, por más que hay ciertas cosas, como vos decis, que contienen la genética de la banda, siempre nos interesó también el hecho de visitar nuevos paisajes sonoros.
—Empezaron muy chavitos. En el camino, imagino, que también han madurado en todos los aspectos, y me pregunto ¿hay alguna canción de la que se arrepientan de haber grabado?
—Mmm… no, yo creo que no. Arrepentimiento no es una cosa muy mía, ni muy nuestra; obviamente que uno, hay cosas que lo ponen más orgullosos que otras, no todo uno lo muestra de la misma manera, con el mismo orgullo, ni todas las canciones son buenas, teniendo en cuenta que arrancamos a los dieciséis años míos y catorce de Dante. Uno también ha ido aprendiendo sobre la marcha, pero ¿arrepentirnos? No nos arrepentimos de nada.
—Son una banda que se caracteriza por su apertura, por sus fusiones; hoy por hoy hay una tendencia a las colaboraciones entre artistas, muchas veces responde a estrategia o a la necesidad, precisamente ésa de no repetirse, en su caso ¿a qué se deben?
—Mira, a mí me gusta mezclarme con otros músicos. Nosotros tenemos un país acá al lado de Argentina que han hecho todo un estilo y una música con el tropicalismo de mezclarse: Brasil, y es muy lindo lo que han generado […] Acá en Argentina no es tan normal, pero esta moda de los featuring, como se dice, hay cosas que están buenísimas, y otras que no tanto. Nosotros las hemos disfrutado. En el disco anterior, hemos hecho una canción junto a Molotov que nos encantó y es parte de nuestro sonido. También en México hemos hecho cosas con Bronco; fue una locura haber participado con ellos en su show—. — Con Lila Downs también—, añado. —Sí, Lila Downs, Natalia (Lafourcade), y bueno, yo tengo muchas ganas de seguir participando. Hay un montón de artistas mexicanos que me encantan, de chicas mexicanas que me encantan para tocar… no sé, Ximena Sariñana o Julieta Venegas, que hemos tocado juntos, pero yo nunca grabé con ellas. Para mi bienvenido sean esas cosas de compartir música.
—Y en el caso de los festivales, ¿qué experiencia tienen?
—Nos gustan, y en México nos va bien, por suerte. Hemos hecho muchos festivales en México, y ahora venimos del Vive Latino que estuvo muy bueno. Venimos también del festival Coordenada en Guadalajara, hicimos un festival muy bueno también hace poco en Mérida (Festival Sol Arcadia). Y bueno, el Machaca (Monterrey) creo que también va a seguir esa racha de buenos shows donde disfrutamos no sólo subirnos al escenario, sino también estar con otros músicos.
—A propósito, para este Machaca vienen con nuevo disco, pero seguramente la gente también querrá escuchar los clásicos. ¿Cómo se repartirá el show?
—Es un show casi siempre de una hora, no más de una hora, así que intentaremos hacer esa lista de temas que deje contentos a todos.
Han pasado muchos años desde mi primer encuentro con Illya Kuryaki and The Valderramas. Ellos han estado por más de veintiséis en los escenarios. Y aquí siguen, están a unas horas de sumarse uno o dos premios más a su biografía. Actualmente están nominados en tres categorías en los premios más importantes de la música en su país (Argentina): los Premios Gardel. En el 2016 ganaron un Latin Grammy por Mejor video musical versión corta por “Gallo Negro”, además del premio al Mejor disco de música alternativa con ‘L.H.O.N’ (La humanidad o nosotros). Han compartido escenario con artistas de diversos géneros, entre ellos: Bronco, Molotov, Lila Downs, Julieta Venegas, Stevie Wonder y Earth, Wind & Fire.
En el 2016 lanzaron su octavo álbum de estudio titulado ‘La Humanidad O Nosotros (L.H.O.N.)’ y desde entonces se han presentado en diversos festivales por México; próximamente estarán de regreso en Monterrey en el Machaca, para su edición 2017.
Más información sobre el nuevo disco, novedades y fechas, las encuentras en su sitio web oficial: http://ikvoficial.com/
Escucha el material completo en: https://open.spotify.com/album/5T7SzYy5ZD6B1vv92I49hM
Machaca – Illya Kuryaki and the Valderramas
