Roger Waters retrata traumas y heridas de una manera cruda y directa en su más reciente disco.
Tuvieron que pasar 25 años para que el maestro Roger Waters regresara con un disco nuevo bajo el brazo.
En este 2017, el cerebro detrás de las magnas obras de Pink Floyd nos trajo “Is This The Life We Really Want?”, álbum crudo, sin contemplaciones en el que Waters aborda los temas que tanto le obsesionan y que ha trabajado tanto en su etapa grupal como en solitario.
A muchos podrá parecerles estancamiento, a otros congruencia, pero Roger regresa a darle una bofetada a la sociedad mundial a base de canciones simples, directas con aires “pinkfloydianos”, sin la grandilocuencia de la banda londinense.
El disco abre con el inquietante intro de “When we were young”, la cual da paso a la lastimera “Déja Vu”, corte acústico y lento de tintes dramáticos en los que Roger Waters demuestra que a pesar de que su voz carece de la fuerza que le caracterizó, mantiene ese toque especial y esa capacidad de transmitir tanto en cada palabra.
Llega la apocalíptica “The last refugee”, en la que se presenta un aumento de tensión que poco a poco lleva a Waters a alzar la voz, para desahogar su sentir.
“Picture that” recuerda los tiempos de “Animals”, con una estructura lírica muy Waters, a base de enlistar elementos, la cual le rindió tantos frutos con Pink Floyd; en este corte hay contundencia en la base, buena batería haciendo amalgama perfecta con el bajo de Roger.
“Broken bones”, corte acústico en el que se van integrando un cuarteto de cuerdas, que ayuda a darle mayor dramatismo a la letra, en la que Waters ahonda en los fracasos del ser humano.
Después continúa “Is this the life we really want?” gran tema, contundente, directo, crítico, en el que ya desde el título se entiende hacia dónde va la crítica de Roger, este tema es de lo mejor del álbum.
“Bird in a gale” tema que recuerda por momentos la estructura de “Pigs” (1977), en la que se retrata la soledad como una loza tan pesada para el ser humano. “The most beautiful girl”, es un tema desesperanzador y conmovedor tema, que en el que el icónico bajista hace referencia a la represión hacia la mujer.
“Smell the roses”, el tema más rockero del álbum con un bajo que resalta de inmediato, el cual hace recordar a “Money” del Dark Side of the Moon (1973).
El final de esta última obra de Roger es íntimo y doloroso. “Wait for her”, es un tema lento en el que se hace referencia a la muerte, el cual se enlaza con “Oceans Apart”, breve corte en el que Waters “pone el dedo en la llaga” y nos echa en cara el cómo hemos dejado ir la libertad. Sin contemplación alguna, esta canción se enlaza con “Part of me died”, tema final, en la que nos recuerda el veterano compositor las cosas terribles que pasan a diario y que ya parecen normales a todos.
“Is This The Life We Really Want?” es un disco reflexivo, crítico, minimalista. No hay un Roger Waters con nuevos bríos, es simplemente Roger Waters haciendo lo que sabe hacer muy bien: plasmar una crítica social a través de un álbum.
¿Recomendable? Sí, y mucho.