Corría el mes de julio de 1977 y Pink Floyd se encontraba de gira por varias partes del mundo con su tour “In the flesh”, dentro del marco de la época del álbum “Animals”.
El cuarteto británico se mantenía como una de las pocas bandas de finales de los 60’s que se encontraba en buen momento, a pesar del surgimiento del movimiento punk que buscaba contrarrestar la grandilocuencia de la onda progresiva.
En estas circunstancias, Pink Floyd se estaba pasando por varios conflictos internos y a nivel personal, contrastando con la fama, el dinero y el éxito comercial.
En lo particular, Roger Waters no se sentía a gusto con las monstruosas giras y los conciertos de estadio, sentía que se estaba perdiendo la magia y que los fans se habían convertido en algo detestable para él. Estaba harto de sus seguidores, estaba harto de la fama.
“La gente ya no importaba, sólo nos interesaba cuánto dinero recaudábamos. Me sumergí en una atmósfera de ego y avaricia. La conexión con el público se había ido, era insoportable estar sobre el escenario”, llegó a declarar el bajista tiempo después.
Esto llegó a su punto crítico durante un concierto en el Estadio Olímpico de Montreal, Canadá, celebrado en el 6 de julio de 1977.
Durante un momento determinado del concierto, un grupo de fans no dejaban de pedir canciones, incluso uno de ellos trató de acercarse demasiado al escenario exigiendo a gritos que tocaran “Careful with that Axe, Eugene”, hasta que Waters no pudo soportar más ese gesto y le escupió en la cara a la persona en cuestión.
Fue tanta la genialidad y creatividad del polémico bajista que, en vez de avergonzarse o vanagloriarse del hecho, en lugar de enviar un comunicado pidiendo disculpas o tratar de olvidar el incidente, tomó este acontecimiento para crear todo un concepto: The Wall.
Waters pensó que sería interesante construir un muro en escena, que dividiese a la banda del público para generar un aislamiento completo ante la gente, que representaría también los muros que cada uno de nosotros construimos para aislarnos de nuestros miedos, preocupaciones, traumas y fantasmas.
Cuando desarrolló la idea y la comentó con Nick Mason, Rick Wright y David Gilmour, estos pensaron que, literalmente, Roger había enloquecido: ¿cómo carajos vas a aislarte del púbico? ¿Cómo va a construirse un muro en el escenario? ¡El púbico tomaría ese gesto como un insulto y se alejaría de la banda!
Al resto de Pink Floyd no le quedó de otra más que confiar en la locura de Waters, a final de cuentas la locura había guiado a la banda desde el principio de su historia.
El resto lo sabemos todos: en 1979 salió el álbum doble “The Wall”, el cual rompió records de ventas, se convirtió en un éxito mediático y trascendió al cine y al teatro, convirtiéndose en una obra cumbre de la cultura pop que permanece más que vigente hasta nuestros días.
Un 14 de julio de 1982 sale la película basada en la obra maestra The Wall, dirigida por el británico Alan Parker y con Bob Geldof como su personaje principal.