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Álvaro García

Cuando Pink Floyd fue un quinteto

Pink Floyd es considerada como una de las más grandiosas bandas de rock de todos los tiempos, gracias a la gran calidad musical de los discos que grabaron, al legado musical que dejaron y también a la gran cantidad de historias que giran en torno a sus integrantes. Una de estas historias tiene que ver … Leer más

David Gilmour, Nick Mason, Pink Floyd, Rick Wright, Roger Waters, Syd Barrett

Pink Floyd es considerada como una de las más grandiosas bandas de rock de todos los tiempos, gracias a la gran calidad musical de los discos que grabaron, al legado musical que dejaron y también a la gran cantidad de historias que giran en torno a sus integrantes.

Una de estas historias tiene que ver con su alineación y es que aunque la mayor parte de su trayectoria fue un cuarteto, hubo unos cuantos días en que tocaron como quinteto y no un quinteto cualquiera.

Esto se remonta a los primeros años de la banda. Tras la salida al mercado del alucinante “The Piper at the gates of down” (agosto de 1967), Syd Barrett, cantante, compositor, guitarrista y líder de Pink Floyd, comenzó a tener un marcado deterioro mental, provocado en parte por el consumo de LSD y otras sustancias.

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Llegó un momento en que estos problemas se hicieron cada vez más agudos, ya que había momentos en los ensayos y conciertos en los que Syd se quedaba mirando al vacío tocando notas sin ningún tipo de patrón lógico, sin cantar, o solo se quedaba carcajéandose o murmurando cosas incoherentes. Había veces en las que ni siquiera acudía a los shows.

Ante esta situación, la banda optó por contratar a otro integrante que pudiera suplir a Syd cuando éste cayera en esos lapsos de locura, ya que no querían despedirlo de la banda por el afecto que le tenían y, claro, por su talento en la composición.

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Así, Nick Mason pensó en David Gilmour, un viejo conocido por todos y quien tenía una notable amistad y cercanía por el propio Barrett. Aunque también se contempló la opción de Jeff Beck, la cual se dejó de lado.

En diciembre de 1967 se reunió el baterista con David y le planteó la propuesta de unirse a Pink Floyd bajo las particulares condiciones relacionadas con su amigo Syd. Gilmour aceptó.

Los ensayos fueron un tanto extraños, algo lógico debido a que Syd seguía con su comportamiento errático, mientras que David intentaba acoplarse a la banda.

De esta manera se dio el debut en vivo del ahora quinteto el 12 de enero de 1968, en la Universidad de Aston en Birmingham, Inglaterra.

Fue precisamente en esos días cuando comenzaron los trabajos de grabación del segundo álbum de estudio de la banda, “A Saucerful of Secrets”.

Aunque su participación en este álbum estuvo muy limitada. Solo participó en las guitarras de “Set the Controls for the heart of the sun” (única canción en la que comparte el papel de guitarrista con Gilmour), también toca la guitarra en “Remember a day” y en “Jugband blues” único tema compuesto por él en este disco, en el cual también canta, ambas canciones grabadas en 1967.

Esos días fueron difíciles, pues Waters, Mason, y Wright no hallaban cómo decirle a Syd que estaba perdido.

Pero no tardaron mucho en echarlo, pues el último concierto que Syd Barret dio con Pink Floyd fue el 20 de enero de 1968, show que dieron en muelle de Hastings. Simplemente ya no le avisaron las fechas de los conciertos.

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Tenían la esperanza de que por lo menos cumpliera con una labor de compositor, pero ni eso se pudo y no fue sino hasta abril del año mencionado cuando el “diamante loco” fue completamente separado del grupo.

Lo demás lo sabemos todos.

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