La breve pero sustanciosa carrera de Ian Curtis de Joy Division terminó con el suicidio de este “poeta maldito” el 18 de mayo de 1980.
El suicidio de Ian Curtis de Joy Division
Dentro de la historia del rock hay figures que de ser simples mortales pasan a ser leyendas, convirtiéndose en figuras trascendentales para miles personas de personas de múltiples generaciones; generalmente estas personas logran esta categoría gracias a años y años de hacer música, pero hay un caso especial en el que la figura en cuestión alcanza el nombramiento popular de “leyenda”, “genio”, “gran influencia”, “grande entre los grandes” en tan sólo escasos 4 años de carrera… hablamos de Ian Curtis, cantante y letrista de Joy Division.
Ian Curtis vino al mundo el 15 de julio de 1956 en Mánchester, Inglaterra; se crío en el seno de una familia de clase media, y desde muy niño se hizo afecto a la lectura, sus autores preferidos: William Burroughs y Franz Kafka. En su adolescencia se acerca al rock, prendiéndose amorosamente de la música de David Bowie y Lou Reed, siendo la música y la literatura sus más grandes pasiones.
Ya en 1976, inicia la historia de Joy Division, llamándose en primera instancia Warsaw, y de esta manera la vertiginosa carrera de Ian Curtis empezaría a marcar historia. La banda desde sus comienzos cimbró la escena londinense, esto gracias a su muy particular estilo, en el que el bajo tenía un papel protagónico, contando además con densas e hipnóticas atmósferas, aunado a la personalidad oscura y magnética de Ian Curtis.
Otro aspecto que llamaba mucho la atención era la forma frenética de bailar de Ian Curtis, quien parecía convulsionar mientras cantaba, y es que él en verdad era epiléptico y de esas crisis convulsivas sacó su manera de moverse, lo cual era muy impactante para el público, quienes no sabían si en verdad estaba sufriendo un ataque epiléptico o no. Por otro lado, las letras de Ian eran contundentes, depresivas y cargadas de mucho sentimiento, en las cuales él proyectaba sus fantasmas y demonios privados.
En 1980, con un matrimonio casi destruido, una complicada relación extra matrimonial, una hija, cierta fama, extenuantes giras, con la salud mermada y los nervios hechos trizas Ian decide poner fin a su vida, ahorcándose en la cocina de su casa mientras escuchaba el disco “Idiot” de Iggy Pop… tenía apenas 23 años.
El legado de la banda y de Ian consta de solamente 2 discos: “Unknown pleasures” de 1979 y “Closer” publicado 2 meses después del suicidio de Ian Curtis. Pero a pesar de lo breve que fue la llama de Ian Curtis ésta fue lo suficientemente ardiente como para volverlo una leyenda, el ídolo de millones, “un poeta maldito”, un ícono, uno de los grandes del rock and roll.
El suicidio de Ian Curtis es sin duda alguna una de las más grandes tragedias del rock.