Tras formar parte de Iron Butterfly, Kramer se volvió un notable científico e inventor, pero su vida tuvo un misterioso final: su cadáver fue encontrado el 29 de mayo de 1999 tras pasar 4 años desaparecido.
Dentro de la historia del rock existen varias anécdotas llenas de misterio y una de ellas es la que protagonizó Philip Taylor Kramer, bajista de Iron Butterfly.
Philip Taylor se unió a Iron Butterfly en 1975, cuando la banda se reagrupó tras varios años de separación.
Aunque había entusiasmo tras la grabación de dos discos en ese mismo año: “Scorching Beauty” y “Sun and Steel”.
Lo cierto es que ambos álbumes fueron un rotundo fracaso comercial, pues su sonido se alejó de la psicodelia y el sonido heavy, para adentrarse en terrenos progresivos que no fueron bien recibidos por sus fans.
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En 1976, Kramer dejó la banda y le dio un giro a su vida, pues se dedicó a estudiar ingeniería aeroespacial y se convirtió en un científico reconocido que dejó un legado impresionante, influido por su padre, un especialista en Física.
Kramer desarrolló un sistema de misiles para las fuerzas armadas de Estados Unidos y fue el pionero de las redes de fibra óptica, entre otros avances tecnológicos.
Luego de trabajar para el Gobierno estadounidense, Kramer siguió su carrera científica por su cuenta y para ello se asoció con el hermano de Michael Jackson, Randy, para fundar la compañía Multimedia Inc.
A través de esa empresa trabajó en la compresión de datos y en 1992 logró comprimir un video, siendo el primero en la historia en lograrlo.
Los allegados de Kramer dicen que era un obsesivo de su trabajo, le dedicaba gran parte del día, por ello lograba resultados sorprendentes, sobre todo en materia de telecomunicaciones.
Pero esa obsesión por la ciencia y la tecnología al parecer lo afectaron psicológicamente.
La mañana del 12 de febrero de 1995 desapareció.
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Lo poco que se sabe es que ese día salió de su casa en California para verse en el aeropuerto con una persona interesada en trabajar con él en un proyecto, alguien de nombre Greg Martini, sin embargo no tuvo contacto con nadie en ese lugar.
Después hizo varias llamadas. Habló con su esposa Jennifer a quien le dijo que si Martini hablaba a casa que le dijera que tomara un taxi y que fuera al Hotel Hyatt Regency Westlake y que ahí lo esperaría.
Jennifer dijo que lo escuchó extraño, desesperado y que tenía varios días comportándose de manera errática, diciendo que lo seguían o que lo estaban espiando. También dijo que su esposo tenía 2 semanas enfocado en desarrollar un proyecto y que prácticamente no dormía.
Taylor Kramer también habló con su ex compañero de Iron Butterfly, el baterista Ron Bushy, a quien solo le dijo: “Bush, te quiero más que a la vida misma”.
Se dice que hizo otras llamadas a varios amigos, hasta que finalmente habló a la Policía y dio un inquietante mensaje:“soy Philip Taylor Kramer y me voy a suicidar”.
Kramer no regresó a casa y las autoridades emprendieron la búsqueda, pero pasaron los años y no hubo resultados.
Fue hasta el 29 de mayo de 1999 cuando su cadáver fue encontrado. El hallazgo lo hicieron unos jóvenes que realizaban una exploración en el cañón Decker de Malibú, en California.
Los restos estaban dentro de su camioneta y se determinó que se había tratado de un suicidio.
A pesar de la versión de las autoridades, detrás de la muerte de Philip Taylor Kramer hay varias teorías de conspiración.
Hay quien afirma que no fue un suicidio, sino que se trató de un asesinato orquestado por el gobierno de Estados Unidos o de otro país, incluso de alguna organización terrorista, debido a que Kramer estaba desarrollando avances tecnológicos de suma trascendencia, específicamente para transmitir información de manera más rápida que la luz, echando abajo la teoría de la relatividad de Einstein.
Por ello, tal vez algún gobierno o agrupación intentó robarle sus ideas o acabar con su proyecto.
Esto se reforzó con lo que el papá de Kramer dijo después de la desaparición de su hijo; él reveló que Philip le dijo años atrás “papá, si alguna vez te llamo y te digo que me voy a suicidar, no lo creas, solo estaré pidiendo ayuda”.
Aunque más bien parece que el otrora bajista de Iron Butterfly entró en un estado psicótico paranoico, lo que lo llevó a acabar con su vida.
Sin embargo queda como una de las historias más enigmáticas de la historia del rock.