El 2 de mayo de 2013 murió el guitarrista Jeff Hanneman, fundador de Slayer, a causa de una cirrosis hepática.
El 2 de mayo de 2013 es una fecha que marcó a muchos amantes del heavy metal, ya que ese día perdió la vida Jeff Hanneman.
La muerte de Jeff Hanneman
El guitarrista y miembro fundador de Slayer perdió la vida a la edad de 49 años, víctima de una severa cirrosis hepática provocada por el consumo excesivo de alcohol.
Aunque este no fue el único padecimiento que tuvo, pues su salud se vio mermada desde años atrás.
Y es que desafortunadamente en el 2011 se le diagnosticó a Jeff Hanneman una fascitis necrosante, una infección severa que literalmente mata varios tejidos del cuerpo.
En el caso de Jeff, la mordedura de una araña habría sido la causante de esta delicada infección que lo orilló a alejarse de los escenarios.
De acuerdo a un comunicado emitido por Slayer días después del fallecimiento del guitarrista, ni Hanneman ni su familia tenían idea de la cirrosis que afectaba a Jeff, incluso se percibió una notoria mejoría en su salud al grado de que contemplaba regresar a los conciertos.
Sin embargo, la cirrosis le produjo una falla hepática severa que le causó la muerte.
El legado de Jeff Hanneman
Aunque Jeff partió de este plano, su legado permanece en el rock, específicamente en el metal.
Con Slayer hizo historia y para muestra están los 11 discos en los que el guitarrista derrochó su talento y locura musical.
Fue poseedor de un estilo muy particular, cuyas raíces se encontraban en el punk, influenciando así a múltiples generaciones.
Es el compositor de varias joyas del metal como los clásicos “Raining Blood” y “Angel of Death”, solo por mencionar algunas.
No estuvo exento de controversias, ya que su interés por la temática nazi le trajo varios señalamiento de simpatizar con esa ideología, lo cual él siempre rechazó.