Llegamos temprano al Zilker Park en Austin, Tx. y el ambiente era de emoción entre los asistentes, seguimos las instrucciones para obtener nuestras pulseras de acceso como reporteros del evento y ya con ellas, nos guiaron hasta una entrada especial para pasar a la revision de nuestras mochilas y el equipo que ingresamos al festival.
Era la primera vez que hacíamos una cobertura fuera de México y nuestra emoción por estar en uno de los festivales con más prestigio en el mundo como medio fue un sueño hecho realidad.
El festival ofrece estacionamiento en lugares especiales a través de empresas especializadas con costos más alto de los que se encuentran cerca del evento, hay muchos estacionamientos públicos a unos 10 minutos caminando del parque, estos tienen un costo de 20 dólares por día, obviamente nos fuimos a un estacionamiento público y decidimos caminar hacia el evento.
También existen las bici/taxis, que te llevan por $10 dólares por persona al evento, el primer día caminamos, el segundo si nos fuimos en la bici/taxi y el tercer día por ser domingo cobraban $30 dls por persona, ya que según nos explicó una persona de ellos es que, pocos trabajaban en domingo y la tarifa aumentaba, le dimos las gracias y seguimos caminando.
Regresando al viernes 6 de octubre (primer día) todo era novedad para nosotros, los escenarios, las activaciones, la gente, era un mundo muy diferente al que vivimos en México, nada que ver con un Vive Latino, un Corona Capital o un Tecate Pa’l Norte.
A diferencia a lo que uno cree, los escenarios del Austin City Limits no son tan grandes, sin embargo los talentos que se presentan en ellos, son de primer mundo y también hay artistas emergentes en escenarios más pequeños, pero eso sí, el ambiente es único.
Llegamos y decidimos ir directamente al área de prensa, un lugar muy bonito en el cual, la mayoría de los medios de comunicación era gente de radio, había unos 10 o 12 booths de prensa todos bastante organizados y cada quién en su respectivo papel entrevistando y generando contenido para sus medios.
En los festivales mexicanos existe una gran demanda de medios digitales, siempre llenando las zonas de prensa, un ejemplo es el Tecate Pa’l Norte en el cual más de 1,500 medios digitales (grandes, medianos o chicos) mandan solicitudes para acreditaciones, en el caso del ACL, no había más de 7 u 8, algo muy extraño para nosotros y por lo que representa el festival.
Decidimos ir a conocer todos los escenarios y sus actividades, vimos dos escenarios grandes como el Honda y el American Express, estos son los principales y les siguen medianos: el Miller Lite, el T-Mobile y el IGH Hotels & Resorts y el BMI es el más pequeño.
Existen carpas como el Tito’s Handmade Vodka y el Barton Springs Beer Hall, que tienen actividades bastantes interesantes, a su vez el festival cuenta con la venta de sus artículos promocionales, que siempre estaba a reventar, a pesar de tener precios un poco caros.
Algo que siempre ha caracterizado al Austin City Limits son sus arboles, y llegar a tenerlos enfrente fue una sensación de wow, ese es el famoso árbol que tanto presumen. Este gran árbol, sirve bastante y bajo el cientos de personas se cubren el sol, gente de pie, otros sentados, acostados e incluso haciendo yoga se puede apreciar bajo sus ramas.
El evento se realizaba sin contratiempo, los artistas dando lo mejor de ellos, los actos que esperabamos con ansias eran: The Mars Volta, The Teskey Brothers, Thee Sacred Souls, Kali Uchis, The Lumineers y claramente el estelar, Kendrick Lamar.
El ambiente dentro del Austin City Limits es como un mundo aparte, no hay prisa, es una atmosfera bastante placentera en la cual los asistentes viven a su manera cada minuto del festival. Adultos mayores, familias enteras, amigos, personas solas y curiosos como nosotros, le dábamos al festival postales bastante peculiares para presumir en redes sociales.
Nos llamó mucho la atención que dentro del festival apreciamos que muchos asistentes llevaron sus sillas plegables, otros sus colchas para ponerlos en el suelo y armar su picnic, el respeto por cada espacio fue algo que todos los asistentes mostraban. La libertad que ofrece el festival se respira.
Entre los asistentes vemos a una pareja de abuelitos sacando una pipa con hierba verde para darle un jaloncito de aire, cubriendo su acción con risas y dejándose llevar por la magia del lugar.
Un olor a hierva quemada se aprecia en el ambiente, un ambiente que se envidia, una comunión entre todos, un respeto y el sonar de los escenarios cautivando a lo lejos o cerca con sus propuestas musicales.
Caminar entre los escenarios para escuchar a sus artistas, recorrer el Zilker Park de un lado a otro nos dio sed, regresamos al área de prensa y oh sorpresa, la “Hora Feliz” nos recibía con unas Miller Lite, bien frías, snacks y un atardecer mágico, solo fueron dos cervezas y a seguirle, ya que se venia lo mejor del festival.
El área de prensa se encontraba a un costado del escenario Miller Lite y justo pudimos estar al inicio de The Mars Volta, una banda que realmente es una joya y así lo demostró, sus mejores canciones fueron parte del corto setlist que nos dieron, pero escucharlos de nuevo en vivo, fue de lo mejor del festival.
Y con esto solo nos faltaban dos actos: The Lumineers y Kendrick Lamar. Nos fuimos a ver a los primeros al escenario Honda y fue un ambiente de lujo, sus fans cantando todas las canciones y la banda como siempre otorgando un show bastante orgánico y lleno de buena vibra.
Nos fuimos al Escenario American Express para ver a Kendrick Lamar y vimos en las pantallas un anuncio que por problemas con el avión el show de Kendrick se iba a tardar en empezar. El show de el estaba programado para las 8:40 de la noche.
Muchos fans al ver el anuncio en las pantallas no tuvo más opción que retirarse del lugar, sin hacer ningún tipo de reclamo a los organizadores.
El show del rapero Lamar empezó casi una hora tarde tocando menos de la mitad de el repertorio que tenía programado para el primer fin de semana.
Para nosotros estar en Texas y vivir en carne propia el primer día del Austin City Limits nos dejó un gran sabor de boca, nos fuimos a descansar felices y con cientos de anecdotas para contar antes de dormir, mañana nos vemos para disfrutar a Foo Figthers, Shania Twain, Alanis Morissette y Thirty Seconds to Mars.
