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Álvaro García

Morrissey: ¿intolerancia o congruencia?

Morrissey es un férreo activista en pro de los derechos de los animales, al punto de ser considerado por muchos un artista problemático y por otros como una persona congruente. Morrissey no es una figura cualquiera dentro de la música. Odiado y ridiculizado por muchos, reconocido por millones y amado con fervor por otros tantos, … Leer más

Morrissey

Morrissey es un férreo activista en pro de los derechos de los animales, al punto de ser considerado por muchos un artista problemático y por otros como una persona congruente.

Morrissey no es una figura cualquiera dentro de la música. Odiado y ridiculizado por muchos, reconocido por millones y amado con fervor por otros tantos, el ex The Smiths nunca ha pasado desapercibido, gracias a su incuestionable talento y a su personalidad enigmática y compleja.

“Mozz” es un tipo de difícil trato, según sus más allegados, en parte por lo voluble que suele ser, lo cual lo vuelve una persona impredecible, pero también por la vehemencia con la que defiende su postura, ideales y creencias, lo cual para muchos es una virtud y para otros un defecto.

Desprecio a la “Familia Real”, críticas a la industria musical, pero sobre todo el respeto a los animales, son algunas de las situaciones en la que más se ha pronunciado Morrissey, sobre todo esta última situación. A tal grado llega la postura del británico sobre los derechos de los animales que durante sus conciertos, al ejecutar la canción “Meat is murder” plasma imágenes por demás gráficas sobre maltrato animal, buscando generar consciencia sobre dicha cuestión.

La cosa no queda ahí: Morrissey maneja varias exigencias dentro de los contratos de conciertos, dentro de las que se encuentra la prohibición de venta de comida de origen animal durante sus shows, tanto en solitario como en los festivales en los que se presenta, incluso no permite la inclusión de este tipo de alimentos en el catering de producción e invitados. Esto representa un dolor de cabeza para los organizadores de conciertos, además de una pérdida de ingresos.

Para muchos esto representa una clara intolerancia por parte del interprete de “Suedehead”, para otros la reafirmación de la congruencia de un artista, que no se queda solo en discursos sino en acciones concretas y contundentes, que denotan valentía, tomando en cuenta los intereses que se manejan en la escena musical. Morrissey ¿congruente o intolerante? Usted tiene la palabra.

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