La banda sueca se presentó anoche en la ciudad, llenando el Café Iguana de blues y rock exquisitamente denso.
Para los que piensan que el rock está muerto, Graveyard responde con su música que esa es una completa equivocación.
El cuarteto sueco conformado por Joakim Nilsson, Jonathan Ramm, Truls Mörck y Oskar Bergenheim se presentó este sábado en el Café Iguana de Monterrey ante cientos de fans amantes del rock de verdad, del rock sin contemplaciones cargado de psicodelia y de los suculentos aires del blues.
Graveyard se apoderó del escenario principal del Iguana poco después de las 23:30 horas, momento a partir del cual la comunión entre público y asistentes fue total.
Con la clara influencia de bandas setenteras como Led Zeppelin, Black Sabbath, Cream, Jimmi Hendrix, pero sin forzadura alguna y sin parecer una parodia, esta banda dio muestra de un sonido que hoy en día parece perdido.
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Los presentes pudieron vibrar al ritmo de canciones como “The Fox”, “Hisigen Blues” y “An industry of Murder”, las cuales poseen una gran personalidad.
El rock denso de Graveyard es el vehículo idóneo para las oscuras letras de sus canciones, logrando resultados sumamente interesantes.
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Durante el show hubo mínimos detalles, si acaso algunas fallas técnicas que pudieron solventarse al paso de los minutos y la voz un tanto lastimada de Joakim, pero todo eso quedó atrás para los fans, quienes vibraron en cada tema.
“Low” y “The Siren” fueron otras de las canciones que sonaron en esta presentación, la cual terminó después de poco más de una y media de intensidad musical.