Fue en el 2010 la primera vez que vi en vivo a la banda en Monterrey. Estaban estrenando “La Dulzura”, que también es su último disco, en esta producción le abren las puertas a un mercado mucho más amplio, uno que no necesariamente escucha reggae, pero que puede gustar de canciones melosas y sensuales como las que arman este gran disco.
Desde ese día hasta el día de hoy, no me he perdido de ningún show de Cultura, y siempre me sorprenden, aunque hayan tenido pocos estrenos en todos estos casi 10 años, el show siempre tiene algo que dar, encores, jam, versiones extendidas de canciones, siempre hay una conexión entre el público y la banda, esto es algo que me encanta de la banda, ellos siempre saben tener el factor sorpresa.
Esta es la primera vez que veo en vivo a Willy sin su inconfundible rasta, no podía creerlo. Pero bueno, este hombre siempre se ve bien.
Abriendo la noche con “Inspiración”, una de las viejitas que a todos les gusta. Tienen esta dinámica donde mezclan el final de “ritmo que pesa”, y “la complicidad”, esto es algo que ya nos sabemos y nos encanta.
Debo recalcar lo incomodo, que al menos para mí, fueron las luces del escenario, estuvo más iluminado el público que la misma banda todo el tiempo, no sé que pasó con esto, pero realmente estuvo muy mal coordinada la parte de luces con las canciones, y demasiada luz en la cara que me mal viajó un poco, en canciones tranquilas tenías la luz en la cara, nada agradable. Incluso las coristas cantaron en la oscuridad, no hubo reflector para ellas.
“Para estar”, fue de las canciones más coreadas de la noche, definitivamente una que hizo que todas las parejas bailaran juntitas y despacito.
Mi canción favorita es “La espera”, y normalmente es una que no hacen en su set list, es la segunda vez que la escucho en vivo, y esta “soul version”, me fascinó, para mi fue increíble poder escuchar esta rolota en una versión más ad-hoc para un show en vivo. El mismo Willy nos dijo que habían adecuado la canción porque la original es bastante tranquila para conciertos.
Willy nos contó de su comida ayer en un famoso restaurante vegano de la localidad, recalcó lo lleno que estaban y también exhortó al público a esta forma de vida que comparte la mayoría de la banda.
Me encantó ver tan conectado y feliz a Willy esta noche con el público, no recuerdo haberlo visto tan platicador, contó referencias de las canciones y temas del porque las había escrito. También contestaba a los gritos de la gente, incluso agarró un bra que le aventaron.
El concierto duró poco más de las dos horas, el encore del show fue “Caracoles”, su último sencillo que me fascinó la evolución que le dio a esa canción con una mezcla de trap, jazz y reggae. El tributo a King Changó con “Sin ti” fue sin duda también de las más coreadas, esta hermosa versión la puedes encontrar en todos lados, escucha a Rawayana, Willy, McKlopedia y La Vida Boheme, en esta colaboración.
“Saca, prende, y sorprende”, hizo que la fiesta llegara a su climax y enloqueció a los asistentes que ya venían finalizar el concierto.
Fueron tantos los gritos coreados del “otra, otra, otra” que los regiomontanos hicieron que la banda volviera auténticamente feliz para tocar, “Un deseo”, y un jam muy impresionante de parte de todos los grandes músicos que hacen Cultura Profética.
La banda estrenará disco próximamente y estoy segura de que nos sorprenderán con esta nueva producción, “Caracoles” ha tenido una gran respuesta con los fans, así que seguramente todo el disco será una experiencia deliciosa como siempre lo es con la banda