Una noche llena de excelente música y mucha energía fue la que vivieron los regios ayer en el Estadio Banorte durante el concierto de Imagine Dragons. Después de escuchar a Mother Mother abriera la noche, el público estaba esperando ver a su banda favorita.
En punto de las nueve comenzó a sonar “My Life” y Dan Reynolds ya tenía a todos cantando la canción de principio a fin. Siguieron con “Believer”, “I’m so Sorry” y una de las más coreadas fue “It’s Time.” Antes de seguir, Dan preguntó al público si ya los habían visto antes o era su primera vez, entonces aprovechó para invitar al escenario a Abraham, un niño de 11 años con el que se sentó a cantar los primeros acordes de “Thunder” causando la envidia de muchos de los asistentes que también querían estar con su banda favorita.
Algo que ha caracterizado a Imagine Dragons desde un principio ha sido que su público es muy variado, sin embargo es notoria la cantidad de niños que siempre acuden a verlos y en este concierto no fue la excepción. En verdad la cantidad de menores que asistieron al concierto de anoche era enorme. Cabe mencionar que el concierto fue sold out, teniendo una asistencia de 21,300 personas, cifra oficial.
La banda siguió cantando canciones como “Follow You” y “Natural” llenando de energía el Estadio Banorte, pero luego hicieron una pausa para un set acústico en el cuál Wayne Sermon nos demostró lo excelente que es como guitarrista. También Ben McKee y Daniel Platzman hicieron gala de sus talentos. Fue durante “Amsterdam” que desde el público les pasaron una bandera de México, y el cantante la puso en el pedestal mientras cantaba. Terminando este set con “Bet my Life” siguieron canciones como “Whatever it Takes” y “Enemy”.
Llegó el momento de cantar “Demons,” la cual Dan Reynolds dedicó a toda la gente que estuviera pasando por momentos difíciles, les dijo que “Espero que sepan que no están solos, que su vida siempre va a valer la pena vivirla, quédense con nosotros, continúen amando y compartiendo, ya que necesitamos que se queden con nosotros.”
Antes de terminar el último set, soltaron unos globos gigantes que tanto niños como grandes disfrutaron mucho lanzando de un lado a otro, y no se podían ir sin cantar “Radioactive”, “Walking the Wire” y cerrar esta noche maravillosa con “My Life.” Una vez más Imagine Dragons triunfó en esta ciudad que tanto cariño les tiene, esperamos que pronto regresen con otra gira.
