Todo evento tiene sus puntos buenos y puntos malos y el Heineken Silver Live Out no fue la excepción.
El evento se realizó sin ningún contratiempo, de principio a fin la música fue el factor que unió a todos los asistentes del evento. Vimos parejas, grupos de amigos, familias y hasta personas solas que fueron a vivir la experiencia del Live Out, dejando en claro que sin importar el lineup o situaciones climáticas adversas, son fieles fans del festival.
Vivir los actos de Gwen Stefani y The Hives fue simplemente un sueño hecho realidad, nunca es suficiente de tener a este par en la casa. The War on Drugs siempre cumpliendo y Nicki Nicole enamorando a sus seguidores fue solo un poco de lo que vivimos en el festival.
La presentación de Darumas nos sorprendió, buen funk latino de primer nivel. La presencia de Fitz & The Tandrums, nos hizo bailar y cantar, mientras YoSoyMatt nos contagiaba con sus ritmos latinos.
Cuando llegó el Live Out a Monterrey fue todo un suceso ya que nos ofreció un mercado de bandas que muchas veces no cabían en otros festivales, su identidad fue construyéndose poco a poco hasta lograr carteles de primer nivel.
Lamentablemente y a nuestro punto de vista, la identidad del cartel ha ido cambiando, de ser un festival que presumía tener talentos anglosajones (a pesar de haber incluido a Zoé en su primera edición) pasó a diversificarse.
Es entendible que los mercados cambian, el Live Out pasó de ser Tecate Live Out a Heineken Silver Live Out, y con ello vino otra estrategia de modificar los carteles e incluir talentos latinos al igual que extranjeros.
Todo trajo que en 2024, el Heineken Silver Live Out haya tenido una baja significativa de público, lo que nos lleva a pensar en cosas buenas, así como en cosas malas que trajo este suceso.
Es importante mencionar que a veces lo bueno para alguien significa lo malo para otros, aquí se los mencionamos.
Lo bueno del Live Out 2024
La baja asistencia fue bien vista por todos los que asistieron al evento para disfrutar sus artistas preferidos, tenían más espacio para poder caminar de escenario a escenario, hubo menos empujones y se pudieron mover con libertad con cada artista.
Otro punto destacable fue que no había tanta fila para comprar cervezas, se podía caminar entre las barras sin ningún problema y en breve ya tenías tu vaso lleno de cerveza.
Los baños fue otra de las cosas buenas del Live Out, ya que casi nunca hubo filas enormes para poder ir a realizar las actividades típicas de esa zona.
Se disfrutaron los artistas de una forma más íntima, ya que en casi todos los escenarios podías ir hasta el frente sin tanto problema.
La zona de las comidas en todo momento podías ir y sin problema comprar alimentos en brevedad, ya que en otras ocasiones, las largas filas eran el común denominador para comprar la comida o la cena en el Live Out.
Lo malo del Live Out 2024
El cambio de carteles en los últimos años ha influido en la baja asistencia en los Live Out, en las últimas dos ediciones (2023 y 2024) se ha visto esta tendencia que a muchos ha preocupado.
Incluir más talento latino ha mermado lo atractivo del festival según personas que se les acercaban a nuestros reporteros para charlar con ellos, dejando claro el sentimiento de que el Live Out debe regresar a sus orígenes.
El arte del cartel del Live Out ya tenía una identidad y los fans del festival ya estaban bien identificados con ella, sin embargo de dos años para acá se fue cambiando poco a poco el diseño de los carteles y esto fue un error muy grave ya que junto a esto la identidad gráfica y musical del festival quedó en el olvido, dejando atrás lo que ya se había construido.
El Live Out 2024 tuvo menos zonas de acceso, pensamos que esto fue en base al número de boletos vendidos y a menor venta, menor presupuesto, esa es la regla y es muy entendible, pero había que rodear mucho para poder ingresar al evento.
Otro punto negativo es la llegada en coche, es un verdadero problema tratar de llegar al Parque Fundidora por las construcciones del Metro que se realizan dentro y fuera del parque, muchos comentarios en redes sociales confirman lo antes mencionado.
No todo lo malo viene de parte del espectador, hay muchas áreas que salen afectadas por la baja venta de boletos, para empezar el mismo festival pierde su inversión y a esto súmale todas las marcas, los Food Trucks, la industria hotelera y muchos otros ramos que salen comprometidos por la baja asistencia de un evento.
Creemos firmemente que el Live Out tiene que recuperar su identidad, regresar al talento extranjero de primer nivel y reencontrarse con un mercado que tanto le costo fabricar año con año.
Esperamos que el 2025 regrese con todo el Live Out y vuelva a ocupar su lugar en la lista de los mejores festivales del norte de México.
¡Larga vida el LIVE OUT!
