El cantante francés Manu Chao estuvo en México por última vez en marzo de 2009, y su último concierto en Monterrey fue en La Huasteca, el 29 septiembre 2008.
Hay artistas que aprovechan su poder de convocatoria para expresar sus ideales y señalar las cosas que no van bien dentro de la sociedad en la que viven, cosa bastante loable ya que generan conciencia sobre diversas problemáticas políticas y sociales, pero cuando el artista en cuestión es extranjero puede traer consecuencias legales; esto parece ser lo que le ha ocurrido al cantante francés Manu Chao en nuestro país.
Manu Chao es uno de los cantantes más queridos en México, esto gracias a su carisma y a su maravillosa música, plagada de influencias de diversos países, haciéndola difícil de clasificar. Sus conciertos son verdaderas fiestas y experiencias musicales, shows llenos de intensidad y entrega por parte de Manu Chao y el nutrido grupo de músicos que le acompañan.
Desafortunadamente Manu Chao está por cumplir 6 años de no pisar suelo mexicano, la última vez que lo hizo fue en marzo de 2009, visita en la que se vio envuelto en una polémica la cual, al parecer, es la causa de esta prolongada ausencia. Manu Chao participó en el Festival de Cine de Guadalajara de 2009 presentando un ciclo de películas, además de que daría un concierto dentro del marco de dicho festival; días antes del concierto en cuestión, Manu dio una rueda de prensa en la que entre otras cosas manifestó su postura respecto a la acción de las autoridades del Estado de México en el caso “Atenco” (Estado de México, 2006), opinando que se trataba de “terrorismo de Estado”.
Estas declaraciones “levantaron ámpula” de inmediato en las esferas gubernamentales y la presentación de Chao fue cancelada. Las especulaciones no se hicieron esperar y se dejaba entre ver que el Gobierno Federal había hecho uso del artículo 33 constitucional, en el que se prohíbe a los extranjeros opinar sobre temas de política interior, para lo cual se faculta al Ejecutivo para expulsar del país a dichas personas.
La Secretaría de Gobernación, para “apagar el fuego” que comenzaba a arder, lanzó un comunicado en el que señalaba que esa dependencia no había iniciado ninguna investigación en contra de Manu Chao, por lo que la posibilidad de una expulsión del país era nula. Pero lo que se ventiló fue que el Instituto de Migración (dependencia de la SEGOB) sí inició una investigación para ver el estatus migratorio del cantante francés, confirmando que había entrado al país en calidad de “turista”, lo cual le impedía efectuar actividades lucrativas, por lo que se presume que fue esta la manera en que la SEGOB manejó el asunto, orillando a los organizadores a cancelar el concierto de Manu Chao ante los problemas que se les vendrían encima si este show se efectuaba.
Así que oficialmente Manu Chao no fue “expulsado” del país, pero no sabemos si esté considerado como persona “no grata” para el Gobierno, sobre todo ahora que Enrique Peña Nieto, quien fue el responsable de las acciones en Atenco, está en la Presidencia; o bien, si es por iniciativa del mismo Manu Chao no venir a nuestro país ante el “el trago amargo” de su última visita.