Fracasos comerciales, desaire de los medios, un fraude millonario y 2 suicidios, resumen uno de los casos más tristes del rock: Badfinger.
“I can’t live, if living is without you, I can’t live, I can’t give anymore, I can’t live, if living is without you, I can’t live, I can’t give anymore”.
No, no se trata de una canción original de Nilsson, aquel cantante de baladas de los 70’s, ni tampoco se trata de una canción original de la estrella pop Mariah Carey.
Badfinger, el caso más triste del rock
“Without you” es una de las mejores baladas de rock de todos los tiempos y es obra de una de las bandas más menospreciadas e infravaloradas de la historia del rock: Badfinger.
Este gran grupo surgió en Gales en 1965, pero no fue sino años después cuando la alineación de la banda alcanzó estabilidad, teniendo como pilar creativo a un verdadero genio incomprendido del rock: Pete Ham.
Badfinger poseía un estilo pop rock, con letras bien trabajadas y un sonido compacto y limpio, muy en la línea de The Beatles, pero con más poder sónico.
El talento que esta agrupación derrochaba llamó de inmediato la atención de 2 grandes figuras de la época (y de todos los tiempos): Paul McCartney y George Harrison, tanto que el mismo Paul le ofreció al grupo una canción de su autoría para que la grabaran, la cual se convertiría en un éxito comercial, “Come and get it”.
Durante ese momento de crecimiento, Badfinger tomó una decisión que marcaría la vida de sus integrantes: contrataron un nuevo manager, llamado Stan Polley, ya que las finanzas del grupo y sus actividades crecían de forma brutal y necesitaban alguien con experiencia en ese rubro.
La buena racha del cuarteto era notoria y parecía que Badfinger se abriría camino en la difícil escena de principios de los 70’s, en donde era complicado competir con Led Zeppelin, los Rolling Stones, Bob Dylan, Pink Floyd, Bowie y demás monstruos… pero todo se vendría abajo.
El nuevo manager de la banda vio cómo el grupo se enfocaba tanto en la música que ni se daban cuenta de lo administrativo, y de ahí se aprovechó para desfalcarlos.
Negoció contratos con la casa discográfica Warner, de los cuales varios detalles eran desconocidos por los integrantes del grupo, incluso adelantos de pago se los había quedado el mismo manager, además de que las ganancias de Badfinger se habían esfumado junto con Polley.
Por otro lado, la popularidad de la banda ya no fue la misma, el público progresivamente les fue dando la espalda y se acercaba a otras propuestas musicales.
https://youtu.be/akTMC_jtGh8
En este clima de crisis, Pete Ham no pudo más, al estar prácticamente en bancarrota y sin poder solventar los gastos de su pequeño hijo y esposa optó por el suicidio: se ahorcó en la cochera de su casa, sin saber que el mismo Polley había sacado un seguro de vida a nombre del mismo Pete estando el mencionado manager como beneficiario… de esta forma tan triste se cegó la vida de uno de los músicos más talentosos de los 70’s.
La banda, obviamente, se desintegró en ese momento, pero en 1978 los integrantes restantes decidieron intentar el regreso y lo lograron, pero con pobres resultados.
Los problemas financieros continuaron, la creatividad sin Ham era limitada y por ello los discos publicados después tuvieron un pobre impacto.
En este clima de fracaso constante, el otro bastión de Badfinger, Tom Evans, también optó por el suicidio, de la misma forma que su amigo Ham, ahorcándose.
Aquí la historia más trágica y triste de la historia del rock: una banda que vio al éxito de cerca, que llamó la atención de otros genios del rock, que llegó a las alturas y se desplomó de forma brutal, gracias a un maldito buitre, a una escena musical compleja, a una inocencia inaceptable dentro de un negocio tan voraz como lo es el rock.
Pero su legado ahí queda. Afortunadamente de unos años a la fecha Badfinger ha renovado fans, mucha gente los ha conocido gracias a la serie Breaking Bad, pues en el capítulo final usan la canción “Baby Blue” de Badfinger y se han dado cuenta de la riqueza musical de Ham y compañía.
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