Monterrey Rock

Llego la Mellowmania al Escena

“Vamos a hacer un pinche desmadre!!!” Con esta consigna justo a las nueve con cuarenta y nueve minutos de la noche los Zacatecanos invadían el Escena.

Pero la fiesta ya la había iniciado Comisario Pantera, banda elegida para abrir una noche que estaría protagonizada no solo por la música, sino también por el juego de luces gritos y la pasión por el rock. Y así era como a las 8:45 esta banda daba vida a una noche más de rock en la ciudad.

Poco les importo a los pantera que esta fuera su primera presentación en la ciudad, procedentes del distrito federal y con su combinación de rockabilly y rock clásico, al son de “excítame con lo que dices” procedente de su rola Grabemos una porno, ya empezaban a prender al público ansioso por rock y más rock. Después de 3 rolas cada una de ellas jurando que era la última, los comisarios en medio de gritos dejaron la escena para dar entrada a los románticos, pero no, esta vez los románticos no venían a tocarnos baladas…

Eran las 9:49 cuando un grito se elevó por todo escena “Vamos a hacer un pinche desmadre”, eran “Los románticos de Zacatecas”, que con su rola “Nuestro amor” iniciaban su concierto.

Fueron los gritos el ingrediente principal de la presentación de los románticos, entonando todos a coro “estoy fuera de control” de su tema Corazón no cupo duda que la raza más se descontrolaba por demostrar el buen ambiente que se vivía en el escena.
Y de un segundo a otra, una sola palabra ocupo las bocas del publico ¡CICLOPE, CICLOPE, CICLOPE!

Una sola tonada de los románticos, la raza la capta, los zacatecanos cumplen, y la rola CICLOPE resuena en todo el sitio, seguido por ovaciones, gritos y aplausos.

¡Ah! Pero en medio de gritos, rolas y ambiente, siempre hay tiempo para el amor, lo puede confirmar Antonio Montes baterista, que sin duda alguna fue quien más recibió besos y “te amo” de las guapas regiomontanas.

Así fue como con su tema Muchacha, entre aplausos, Los Románticos se despedían de la escena, cumpliendo lo prometido, haciendo un pinche desmadre.

El inter llego, el escenario se preparaba, la raza reffileaba sus vasos y el ambiente era de total expectación, a la que sin duda era la banda más esperada de la noche, y si uno creía que ya no era posible escuchar gritos más fuerte y ver más pasión en los rostros, pues unos estaba equivocado; Aparece una batería con una “E”, y un grito se esparce, ellos ya se acercan…

Son las 10:56 y la banda hace su aparición, al instante les es dada la bienvenida por gritos, los celulares hacen su aparición, nadie quiere perderse un solo segundo, a las 10:59 Rafael Navajas con su bajo es el encargado de abrir plaza, y con sus notas pone a vibrar a todo escena.

Se escucha un “Te amooooooooo” un “Cásate conmigo” la raza entona “vamos a dar un paseo por la ciudad…” es su rola “Segunda tema” con la que inician un concierto resumido en pasión por la banda, pasión por sus canciones.

La palabra más correcta para definir su actuación fue la pasión, la pasión que desbordaba Luis Navajas al interpretar sus canciones, y yo me pregunto, ¿quién contagio a quién? El público a la banda, o la banda al público; porque era una sola pasión que se vivía entre ellos, no existió una sola canción que no fuera ovacionara, que no fuera coreada, por doquiera era ver rostros con los ojos cerrados las manos alzadas y a grito abierto cantando; por un instante no existía nada, solo la música.

Son las 11:20, un pequeño inter de música instrumental que aprovecho para ver a la audiencia y es cuando unos se da cuenta que el escena esta al tope, esta noche solo hay rock.

Rescatar las rolas que más prendieron es difícil, pero una en particular, prendió el ambiente de las parejas asistentes, varias de ellas al escucharla no solo la ovacionaron sino cerraron la rola con un largo beso, “Visita”, sin duda, la rola que agradecieron en particular los enamorados.

El tiempo avanza y enjambre anuncia su última rola “Esta invierno” rola perfecta para la temporada… pero la raza no permitiría que esta fuera su última rola.

Son las 12:23 y enjambre entona su última canción, sin duda alguna una de sus rolas más emblemáticas y bien conocida por su gente, Dulce Soledad.

Una noche más, misión cumplida, la raza se retira satisfecha por sus bandas y deseosa de la siguiente noche de buen rock, afuera esperan los hochos para el hambre de media noche.

Deja tus comentario

0 comentarios

Deja un comentario