El controversial cantante Juan Cirerol la armó en grande en el Café Iguana de Monterrey, la noche de este viernes.
Gran noche se vivió en el Café Iguana este viernes 29 de mayo, con la presentación del cantante originario de Mexicali, Juan Cirerol.
La jornada musical empezó cerca de las 10:15 de la noche con la presentación de Charlie Rodd, quien brindó un gran show de 30 minutos, en los que el folk brilló intensamente. El originario de Monterrey logró su cometido, al calentar el ambiente a base mucho sentimiento salido de su voz y guitarra.
A las 10:50 de la noche tocaría el turno a Los Infierno, banda originaria de la Ciudad de México, la cual llenó el ambiente del Café Iguana de desmadre y rock con testosterona. Este quinteto se entregó por completo sobre el escenario, demostrando los casi 6 años de carrera que llevan.
La espera de los cientos de personas reunidas en el Café Iguana terminaría a la medianoche, exactamente a las 00:00 hrs se abrió el telón del escenario principal iniciando de inmediato Juan Cirerol con su avalancha folk, sonando “Piso de piedra”, canción incluida en su más reciente disco titulado “Todo fine”.
Los gritos de alegría y coros no se hicieron esperar, no solo con las canciones ya clásicas de Cirerol sino con las más nuevas también. En esta nueva fase de la carrera de Juan Cirerol ya no está él solo sobre el escenario, con su guitarra de 12 cuerdas, ahora se hace acompañar de una solvente banda llamada “Los Polleros de Mexicali”.
Cabe mencionar que, con casi 7 años de carrera, Juan Cirerol se ha venido abriendo paso en la escena musical mexicana, a base de honestidad, talento y persistencia, convirtiéndose en una de las propuestas más interesantes de nuestro país. Ha sabido ganarse el respeto y el cariño de rockeros y no rockeros, esto debido a lo ecléctico de su estilo.
La noche siguió de gran manera, entre cervezas, amigos y la música de Juan Cirerol, sonando grandes temas como “Eres tan cruel”, “Que voy a hacer sin ti”, “Metanfeta”, siendo esta última el momento de mayor intensidad de este concierto. El “Cachanilla” se mantuvo bastante comunicativo con el público, demostrando su alegría ante la respuesta recibida, y es que no era para menos, ya que el ambiente que se vivía en el Iguana era de completa fiesta.
Así, después de casi 2 horas de concierto, Juan Cirerol se despidió del público regiomontano con la promesa de regresar pronto a la ciudad, dejando satisfechos a los cientos de asistentes al Café Iguana.
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