Janis Joplin se mantiene como la mujer más representativa en la historia del rock.
Una voz desgarradora, una voz que como brasa ardiente calentaba los corazones de quien la escuchaba, una voz mágica, llena de dolor y de amor, una voz llena de sentimiento: así era la voz de Janis Joplin, “La Perlita”.
Fue en 1966, a la edad de 23 años, cuando Janis Joplin inició su andar en las grandes ligas del rock, al formar parte de Big Brother and The Holding Company.
“La Bruja Cósmica” sólo estuvo 2 años en este proyecto, con el cual alcanzó a publicar 2 maravillosos álbumes, los que de inmediato alcanzaron el éxito derivado del exquisito blues mezclado con metales y conjuntado con la voz de la cantante nacida en Texas el 19 de enero de 1943.
De inmediato, Janis formó su propio grupo al cual llamó Kozmic Blues Band, banda con la que lanzó un solo disco, el emotivo “I Got Dem O’l Kozmic blues Again Mamma!”.
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Pero la coronación de “La Perlita” llegó el 16 de agosto de 1969, al participar en el legendario Festival de Woodstock, en el cual maravilló a casi 300 mil personas, confirmando que ella no era una cantante más, sino que tenía ese plus que solo poseen los grandes artistas.
Desafortunadamente su vida personal no iba de la mano de su éxito como cantante. La cantante texana se hallaba profundamente encadenada a la adicción a las drogas y al alcohol, además de pasar por estados depresivos.
Justo cuando ella intentaba dar un cambio en estas problemáticas y al hallarse grabado un nuevo disco, Janis Joplin murió: el 4 de octubre de 1970 fue hallada sin vida en un cuarto de hotel, víctima de una sobredosis de heroína (se dictaminó que murió el 3 de octubre).
Ese fue el triste final de una de las mejores cantantes que ha dado el rock, pero su legado permanece ahí, siempre vigente, porque su música está llena de mucho sentimiento y honestidad, además de que dejó su alma en cada canción y eso hace que dichas canciones permanezcan tatuadas en los corazones de cada alma rockera.