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Mers Flores

Shine on You Crazy Diamond de Pink Floyd en Rock & Rolas

Rock & Rolas presenta “Shine on You Crazy Diamond” es una verdadera obra maestra inspirada en talento, tragedia y locura. En 1975 tras la ola de éxito de The Dark Side of the Moon, la banda británica de rock progresivo, Pink Floyd, decidió regresar a los estudios Abbey Road para comenzar a trabajar en su … Leer más

Pink Floyd, Shine on You Crazy Diamond, Syd Barrett, The Dark Side of the Moon

Rock & Rolas presenta “Shine on You Crazy Diamond” es una verdadera obra maestra inspirada en talento, tragedia y locura.

En 1975 tras la ola de éxito de The Dark Side of the Moon, la banda británica de rock progresivo, Pink Floyd, decidió regresar a los estudios Abbey Road para comenzar a trabajar en su subsecuente producción, Wish You Were Here, la cual, prometía ser un álbum conceptual sofisticado sobre temas como la ausencia, la corrupción dentro del negocio de la música y el inducido colapso mental a consecuencia de las drogas del fundador y líder original de la banda, Roger Keith Barrett, mejor conocido a lo largo del globo como Syd Barrett.

La épica canción de 9 partes que simultáneamente empieza y termina con el álbum, «Shine On You Crazy Diamond» es de los mayores tributos de la banda a Syd. Como coincidencia, el día en que la sesión de grabación comenzó era también el cumpleaños número 29 de Barrett.

Para el 5 de Junio del mismo año, casi al concluir la sesión de estudio, con la voz de la pieza casi completa, la banda se percató de un hombre robusto con la cabeza y las cejas afeitadas y una bolsa de plástico entre las manos quien merodeaba por todo el set, con una presencia que daba la impresión de estar desconectado de la realidad. Su comportamiento se volvía cada vez más extraño; se sentaba, iba a lavarse los dientes, se volvía a sentar, todo mientras intentaba hacer el menor ruido posible. Después de casi una hora de incertidumbre, los integrantes cayeron en cuenta que el hombre en cuestión se trataba de Syd, o al menos la sombra de lo que quedaba de él.

Gilmour, Mason, Wright y Waters, con sentimientos encontrados y al borde de las lagrimas, recibieron a Syd, quien se mostró animoso por volver a grabar con ellos, cosa que no sucedió por su evidente condición.

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La presencia de Barrett ese día en específico influyó de manera significativa en los toques finales previos al lanzamiento de la pieza, ya que casi al término del álbum, se escucha claramente el estribillo de «See Emily Play», canción escrita por Barrett que forma parte del disco debut de Pink Floyd «The Piper at the Gates of Dawn». Así mismo, las cuatro notas tan características de esta composición, surgieron mientras Gilmour trataba de tocar un acorde diferente pero accidentalmente falló, dando lugar a lo que en ese momento llamaron «Syd’s Theme», del cual Waters se encargó de transmitir en la letra, las emociones encontradas desde la perspectiva de Barrett.

La canción estaba intencionada en convertirse en una pieza completa e independiente, pero en última instancia se decidió dividirla en dos secciones, y complementarla con nuevo material que fuera acorde con la temática y objetivo del disco en conjunto. Aún así, juntando las dos partes, es la canción más larga de Pink Floyd con una duración de 26 minutos con 11 segundos.

En definitiva, no fue sencillo para ninguno de los integrantes presenciar después de siete años de ausencia a la mente que dio inicio al impacto creativo y a las técnicas de innovación de lo que hoy conocemos como Pink Floyd; y mucho menos el día preciso en que grababan un tema dedicado a él. Coincidencia, destino, karma; cualquier cosa que haya sido, dio como resultado una de las piezas más poderosas del mundo de la música. No cabe duda que el espectro de Barrett siempre ha estado y seguirá presente, pese a su dolorosa partida.

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