El disco conocido como “El Álbum Blanco” de The Beatles, se mantiene como una joya del rock.
La historia de The Beatles es, sin duda, fascinante. Después de convertirse en un auténtico fenómeno mundial, a base de una fórmula un tanto simple y cómoda, buscaron experimentar musicalmente, arriesgando el éxito comercial ganado, un hecho bastante sobresaliente del “Cuarteto de Liverpool”.
En esta vorágine de crecimiento musical, The Beatles se embarcó en la grabación de un disco que resultaría no solo exitoso, sino en una pieza fundamental del rock: el llamado simplemente “The Beatles” y mejor conocido como el “Álbum blanco”.
Obras Maestras del Rock: “White Album” – The Beatles
Corría el año de 1968 y George, Ringo, Paul y John se encontraban en un momento convulso al interior del grupo: las tensiones entre los integrantes de la banda comenzaban a hacerse cada vez más constantes y duras, sobre todo en cuanto a la línea creativa. Esta lucha de egos, cosa extraña, fue tal vez un factor clave en la riqueza de esta placa de The Beatles.
La lucha de egos no fue el único aspecto que complicaba las grabaciones, ya que las tensiones aumentaban de la mano del consumo de drogas; además de esto la banda se resquebrajaba ante la terquedad de Lennon de permitir que su novia, Yoko Ono, estuviera presente en las sesiones de grabación, cosa que rompía con la forma de trabajar en estudio del “Cuarteto de Liverpool”, consistente en aislarse y no permitir la intrusión de personas ajenas al grupo. Las tensiones aumentaron a tal nivel que el productor George Martin los abandonó un tiempo, harto de las peleas de los 4 Beatles, llegando una de estas trifulcas a la violencia física, específicamente entre Harrison y John.
A pesar de los pesares, la banda logró sacar adelante el trabajo de grabación y en noviembre de 1968 vio la luz. El resultado fue un disco diverso, heterogéneo, sin una línea musical específica, ya que el grupo se dedicó a experimentar logrando canciones cercanas al folk, al blues, unas de corte pop y unas muy heavy (sentando el precedente de esta corriente rockera).
El Álbum Blanco de The Beatles es, en términos generales, un disco perfecto, sin puntos bajos; destacan la bellísima y emotiva “While my guitar gently weeps”, rola de Harrison en la que cuentan con un invitado de lujo: ni más ni menos que Eric Clapton; imposible no mencionar “Helter Skelter”, en la que el poderío The Beatles se percibe como nunca antes, sentando las bases del heavy metal y el punk; destaca además la dulzura de “Dear Prudence”, los arreglos de cuerdas en “Good night”, la minimalista “Cry Baby Cry”, la emotiva “Long, Long, Long”, la delicia de blues de “Yer blues”, la festividad de “Birthday”, la ingenuidad de “Ob-la-di, ob-la-da” y la contundencia de “Back in the USSR”.
El Álbum blanco de The Beatles de inmediato se coló entre los más vendidos del momento, siendo alabado por fanáticos y la prensa, opiniones que han traspasado las fronteras y las barreras del tiempo, siendo considerado hoy en día una verdadera obra maestra de la música popular de todos los tiempos.