El Gran Silencio festejó el aniversario 17 de su disco “Libres y Locos” con un concierto en La Tumba de Monterrey.
Todavía con los festejos navideños recientes, el público rockero de Monterrey tuvo un festejo muy especial la noche de este sábado 26 de diciembre, se trató ni más ni menos que del Aniversario número 17 del célebre disco “Libres y Locos” de El Gran Silencio. El lugar no podía ser otro más tradicional: el “musicantro cultubar” La Tumba, del Barrio Antiguo.
Desde temprana hora comenzó a hacerse la fila de fanáticos afuera del antro del “Pájaro”, ya que la fiesta empezó desde las 8:30 de la noche con la tocada de Los Calientes, banda de reciente fundación conformada por integrantes de bandas como Cabrito Vudú y el mismo Gran Silencio. Posteriormente tocó el turno a Círculos de Nada, veterana banda de folk regiomontano, que dio una presentación de aproximadamente 35 minutos, en la que tocaron “Fiesta”, “Al lado del Diablo”, “Esa sombra”, “Porque no”, entre otras canciones. Y previo al show de el Gran Silencio subió al escenario La Siniestra, banda regiomontana que puso los ánimos a tope con su muy particular estilo; “Sin semillas”, “Wepa”, “De tripas corazón” y “Dolor tu causas” fueron algunas de las canciones que Melisa Hernández y compañía tocaron con gran júbilo.
Y finalmente llegó la hora que todos los congregados en La Tumba esperaban: Cano, Tony, Campa, Wiwa, Iván y Palmas subieron al escenario, pero antes de iniciar con la tocada relataron al público algunas anécdotas sobre la grabación del “Libres y Locos” y lo que representó para ellos este hecho. Después de aproximadamente 15 minutos de una interesante, emotiva y por momentos chusca plática, El Gran Silencio inició con la ejecución completita y ordenada del “Libres y Locos”, causando de inmediato el furor de los cientos de fans ahí reunidos.
“Guacharaca Scratch” dio inició al show, continuando con una de las mejores canciones que ha dado el rock mexicano: “Dormir soñando”, momento en el que el coro del público fue brutal. Llegaría la intensa “Perdido” y después una de las más emotivas de este concierto “Decadencia”, la cual representa uno de los sencillos extraídos del Libres y Locos.
La banda no paró de agradecer al público la respuesta recibida, mencionando que se contempla una segunda jornada de festejo, ya que muchas personas se quedaron afuera de La Tumba por falta de cupo. La jubilosa “Contrarreloj” se hizo presente y la gente se puso a bailar tal y como dice la letra de esta gran canción; esto dio pasó a la norteñísima “Con sangre del norte” que armó de inmediato el slam.
“No sabemos amar” hizo que la calma volviera a La Tumba, pero no una aburrida calma, sino una calma provocada por la reflexiva letra de esta profunda canción. Después siguió “El Mitote”, canción que mencionaron los hermanos Hernández que la gente de la disquera les quería prohibir, ya que era muy local, ante lo cual El Gran Silencio la defendió “a capa y espada”, ya que la idea de esta canción surgió de la influencia que Tony y Cano tienen del hip hop y el rap, géneros en el que muchos de sus exponentes hacen público el orgullo que sienten por su lugar de origen a través de sus canciones, así el Gran Silencio expresa su orgullo por Monterrey con esta canción.
“Rehilete” fue la siguiente canción en ser ejecutada, la cual llenó de recuerdos al púbico presente puesto que es de las composiciones más viejitas de la banda. Los intrincados acordes de guitarra se hicieron presentes con “Piporro’s Taconazo”. El ambiente se llenó de misticismo con “Creaturas de luz”, canción cargada de temas espirituales y de atmósferas mágicas.
El fin de la tocada se acercaba y el ambiente era inmejorable, y más con una de las canciones más populares de El Gran Silencio, “Tonta Canción de Amor 2”, la cual fue cantada por todo el púbico con todo el corazón. Llegaría “Columpio” y su ritmo frenético, armando el último slam de la noche.
La noche continuó con “Libres y Locos”, la cual fue dedicada a las personas en quien la banda se inspiró para componer esta canción, los cuales eran vecinos de los hermanos Hernández y que por desgracia ya han fallecido. Y para cerrar el festejo de “Libres y Locos” tocaría el turno al track escondido “Yo soy”, la cual fue ejecutada con maestría y mucho sentimiento, cerrando de esta forma con broche de oro este emotivo festejo del rock regiomontano.
Ante la gran respuesta recibida para este concierto, en el que mucha gente se tuvo que quedar fuera por falta de espacio, el próximo sábado El Gran Silencio tendrá una segunda jornada de festejo, ahí mismo, en La Tumba, evento en el que nuevamente tocarán íntegramente el “Libres y Locos”. Así que pendientes de Monterrey Rock, en donde daremos mayor información a respecto.