Circus Circus presentó su disco Se me acabaron las palabras en el X-stage acompañando de las bandas Inferzenal, Acril y The Crimson.
Entonces, unos chavos estaban en su casa y empezaron a jugar a la ouija, sus mentes y cuerpos fueron apoderados por Luzbel, su sangre se hizo negra, sus voces se hicieron más graves de lo normal, y de su garganta sólo salieron palabras que invocaban a los siete infiernos (según GOT). Bueno, en realidad no fue taaan así.
Egresados del Tec Milenio, residente del sur de la ciudad de Monterrey y buenos amigos de algunas famosas estrellas del internet (de aquellos tiempos en que YouTube fue descubierto) como “Cuando las nubes bajan”, fue como nace Circus Circus, ocho años atrás.
Una banda de irreverentes que llegaron para burlarse de la censura, y a escupirle en la cara al clero católico. (no literalmente, bueno.. no literalmente!) siendo una cruz inversa su símbolo, la banda nos deja en claro que no están llevando ninguna estandarte al que representen. Mas que el estandarte del valemadrismo, obvio.
“La postura anticristo es nuestra manera de simbolizar que estamos en contra del sistema. Es un símbolo de rebeldía”, dijo John Bobby.
Para jugar o pegarle al grosero, hay que saber hacerlo. Y es que no obstante el lenguaje explicito, sexual, anti cristianismo, y pornográfico, los excelentes músicos y vocalistas que tiene la banda, han logrado cautivar con temas putrefactos a sus seguidores; y fueron estos quienes pidieron a la banda salir a escena (¡eh! hagan una tocada, ¿no?), y a partir de eso se pusieron a trabajar en su primer disco. “El proyecto empezó como algo para divertirnos y divertir a nuestros amigos en una época donde había mucha inseguridad y las fiestas y los fines de semana eran en alguna casa”, cuenta el vocalista.
Dentro de la alineación se encuentra: la voz limpia que le pertenece a Xavier Lightman, quien además es tenor. John Bobby, tal vez el más blasfemo de los integrantes, que juega con la voz gutural y la guitarra. “Demencia” en las guitarras y macabras voces guturales agudas. El corazón del horror, lo pone “Zurdo” en la batería; y el ritmo enérgico en el escenario de Andrés DelaFunk, en el bajo.
Circus Circus tiene las rolas perfectas para dedicarle a tu ex novia que te puso el cuerno. O para despotricar contra quien tu quieras mediante una hermosa melodía que podría ser cantada por Satán.
Por una parte ellos hablarían de temas sociales y políticos, y los Circus podrían mentarle la madre a una “vieja”, o hablar de sexo y prostitutas. No sé, algo casual. Ambas bandas están de acuerdo en algo: no estar de acuerdo con el nada.
“Se me acabaron las palabras” llega a resumir una etapa de maduración y transición, del momento de ser una banda de cochera a “salir a la vida real” de la música y pararse en un escenario a presentar un excelente material que costó muchísimo tiempo y esfuerzo. Horas de grabación y trabajo. Que por cierto, pueden escuchar la calidad de cada canción tanto en su ejecución, como en la grabación misma en el estudio de Psicofonía con Charles Leal.
La presentación fue un volver al ayer. Todos sus amigos de la secundaria y prepa estaban ahí presentes para apoyar a esos chavos que un día soñaron en subirse a un escenario y hacer lo que más les gusta hacer: tocar. Y tocar como sólo ellos lo saben hacer, y lograr que ese mismo público cante las canciones que desde la adolescencia se sabían. Un apoyo incondicional, de parte del público que se dio cita el pasado Jueves 31 de Marzo en el X – Stage. Acompañando a Circus Circus en esta velada estuvieron Acril, The Crimson, e Inferzenal.
El disco cuenta con cinco temas, y estará disponible en iTunes y Spotify a partir del Jueves 7 de Abril. Actualmente la banda se encuentran preparando el video del sencillo “Quiero coger y ponerme borracho”, que esperemos ver pronto en las redes sociales.
Se me acabaron las palabras.. sólo escucha a esta chingonada de banda.