La Barranca se presentó anoche en el Café Iguana de Monterrey.
La noche de este viernes 20 de enero, cientos de “almas despeñadas” vibraron con la presentación que La Barranca ofreció en el Café Iguana de nuestra ciudad. Fue cerca de las 11:15 de la noche cuando el telón del escenario principal se abrió para dar pie al tan esperado concierto y así, sin más, “No mentalices” se dejó escuchar.
La música continuó sin parar, viniéndose en cascada “Flores de invierno”, “Providencia” y “En el Fondo de tus sueños”. “Es un placer estar aquí en el Café Iguana después de tantos obstáculos”, fueron de las primeras que José Manuel Aguilera dirigió a los cientos de fanáticos presentes, para proseguir con “Reptil”, canción incluida en su primer material discográfico.
La Barranca se percibe bien afianzada con la presente alineación, conformada por Yan Zaragoza en teclados, Navi Naas en batería, Adolfo Romero (guitarra), Ernick Romero (bajo) y, claro, José Manuel Aguilera en voz y guitarra, y esto se nota no sólo en la ejecución de cada tema, sino también en la interacción que se da entre los músicos.
El viaje musical de La barranca continuó con temas “Corcel”, “El tiempo es olvido”, “El síndrome”, “La Fuga de Rubén”, canciones provenientes de diversas etapas del grupo, cada una de las cuales han dejado huella en su público. Cabe recordar que la última actuación de La barranca en nuestra ciudad se dio hace casi 3 años, para ser precisos el 28 de mayo de 2014, ocasión en la cual se presentaron en el Colegio Civil de la U.A.N.L., dentro del marco del Festival Alfonsino; la espera fue larga y eso se notó en la apasionada reacción de los fans hacia Aguilera y compañía.
Uno de los momentos más emotivos de la noche llegaría con “Estrella Solitaria”, canción original de Agustín Lara, con la cual se le daría paso a “La Rosa”, “Zafiro” y “Campos de batalla”. Cada uno de los integrantes de la banda lució en su instrumento: Ernick es un bajista de primer orden que ha sabido adaptarse al concepto del grupo, no sólo limitándose a tocar las líneas ya creadas, sino dándole su sello personal a cada tema; por su parte, Navi es un baterista versátil pero que mantiene un estilo propio, cosa que se agradece; Yann Zaragoza ha enriquecido a La Barranca, gracias a su elegancia en los teclados, acentuando las atmósferas que cada tema posee; y Adolfo Romero y José Manuel Aguilera han alcanzado en poco tiempo un amalgamiento notable en sus guitarras, riffs, solos y acompañamientos se equilibran entre ambos a la perfección.
La parte final del show se acercaba y se daría de forma intensa con “La Barranca”, “Lengua del alma” y “Elixir de la Vida”, tema con el cual el grupo se retiró del escenario para volver minutos después y cerrar de forma definitiva con “El alma nunca deja de sentir”, “Alacrán” y “Paraíso elemental”, marcando así el final de un rencuentro apasionado entre La barranca y las “almas despeñadas” de Monterrey.