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Álvaro García

Roger Waters cerró su gira mundial en Monterrey

Roger Waters impactó a todos los presentes con un show lleno de efectos especiales y lo más importante: mucha calidad musical.

Apodaca, Arena Monterrey, Pink Floyd, Roger Waters

Roger Waters impactó a todos los presentes con un show lleno de efectos especiales y lo más importante: mucha calidad musical.

Cerca de 20 mil personas en Monterrey fueron testigos de la grandeza de Roger Waters durante los dos conciertos que dio el músico británico en la Arena Monterrey.

Las noches del 8 y 9 de diciembre fueron las dos últimas presentaciones de la gira mundial “US+THEM”, con la cual Waters viajó alrededor del mundo presentando temas clásicos de los discos “Meddle”, “Dark Side of the Moon”, “Wish you were here”, “Animals” y “The Wall”, así como de su último material como solista, titulado “Is This the Life We Really Want?”.

El ambiente durante ambos días fue de verdadera fiesta y mucha expectación, ya que Waters acostumbra a montar impactantes producciones en vivo y en esta ocasión no fue la excepción.

En los dos shows manejo el mismo setlist, pero no es por una cuestión de comodidad como sucede con muchos artistas, sino que cada segundo del concierto está planeado a la perfección.

Roger Waters abrió sin ninguna contemplación: “Breathe (in the air)”, “One of these days” y la maravillosa “Time”.

A pesar de sus 75 años, el icónico cantante y bajista se mostró en forma y de buen humor, acercándose a los extremos del escenario para tener un poco de cercanía con el público de las zonas laterales.

Los clásicos pinkfloydianos continuaron, haciéndose presente “The great gig in the sky” y “Welcome to the machine”, para después dar paso a los temas de “Is This the Life We Really Want?”, como “Déjà vu”, “Last Refugee” y “Picture That”.

Como es costumbre, Roger Waters se hizo acompañar por músicos de primera línea. En la batería estuvo Joey Waronker, en las guitarras Dave Kilminster y Jonathan Wilson, en los teclados Jon Carin y Bo Koster, Gus Seyffert en guitarra y bajo, Ian Ritchie en el sax y Jess Wolfe y Holly Laessig en los coros, ambas de la banda Lucius.

Galería fotográfica del concierto de Roger Waters: https://www.facebook.com/media/set/?set=a.2349860858417512&type=3

El show avanzó con la emotiva “Wish you were here”, “The happiest days of our lives” y “Another brick in the Wall” partes 2 y 3, en la cual participó un grupo de niños, de entre los que destacó una niña de lentes, quien en todo momento de mostró fascinada sobre el esenario.

Después de esto, se hizo un intermedio de cerca de 20 minutos, situación clásica en los shows de Waters.

De ahí vendría la parte más impactante del concierto, en donde los conceptos pinkfloydianos tomaron forma dentro de la Arena Monterrey.

Luces rojas y alarmas se encendieron generando la expectación del público, tras lo cual una estructura bajo del techo, en la zona central del recinto.

https://www.facebook.com/monterreyrock/videos/1886139308161394/

De repente comenzó a formarse la recreación de la Battersea Power Station que aparece en la portada de Animals, causando gritos y asombro de manera generalizada.

Así sonaron los primeros acordes de “Dogs”, una de las canciones más largas de Pink Floyd, en medio de la cual hay un puente pronunciado, momento aprovechado por Waters y compañía para tomarse una copa de champagne, portando máscaras de cerdos, en alusión al capitalismo.

Después sonó “Pigs (Three different ones), en donde se hizo presente el clásico cerdo inflable.

Volvería a hacerse presente el mítico “Dark Side Of The Moon”, con la densa “Money”, “Us and Them (¡qué momento!), para dar paso a “Smell the roses”, uno de los temas más rockeros del último álbum de Don Roger.

La parte final del concierto estaba cerca y se dio de manera apoteósica con “Brain Damage” y “Eclipse”, en donde el show de láser se hizo presente para maravillar a todo el mundo, llevando a muchos al borde de las lágrimas.

https://www.facebook.com/monterreyrock/videos/267171443956673/

El cierre fue contundente: “Mother” y Comfortably Numb” marcaron el final no de un par de grandes conciertos, sino de una gira majestuosa, como la que siempre acostumbra a realizar Roger Waters, quien al final decidió bajar del escenario y saludar de mano a algunos fans.

¿Volveremos a ver a Roger Waters en vivo? No se sabe, ha hablado que esta sería su última gira, pero de lo que podemos estar seguros es de que quienes estuvimos en estos dos últimos conciertos llevaremos siempre presente el legado musical del cerebro de Pink Floyd.

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