Tras pasar casi 2 años alejado de los escenarios para rehabilitarse de su adicción a la heroína, en 1973 Clapton volvió a tocar en un concierto que fue grabado y que ahora es considerado como uno de los mejores discos en vivo de la historia.
Eric Clapton es una de las figuras más fascinantes de la historia del rock.
Su vida y obra así lo colocan y dentro del abanico de historias que hay en torno a él está la grabación de uno de los mejores discos en vivo de la historia del rock: el Rainbow Concert.
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Eric Clapton’s Rainbow Concert: el gran disco en vivo de Clapton
Eric Clapton vivió (y sufrió) una fuerte adicción a las drogas, específicamente a la heroína, durante los primeros años de los 70’s.
De hecho después de una pequeña gira con el súper grupo Derek And The Dominos (con quienes grabó el clásico “Layla”), Eric se enclaustró en su residencia para darle rienda suelta a los vicios.
Únicamente hizo una pausa en su autoexilio autodestructivo para participar en el Concierto por Bangladesh organizado por su amigo George Harrison, aunque de hecho casi muere en ese show debido a lo mal que se encontraba de salud.
Cuentan los más allegados que el aspecto del guitarrista era lamentable y aterrador: vivía solo, no salía de casa y se la pasaba intoxicado, estaba sumamente delgado, desnutrido y descuidado.
Y justo en un momento en el que se pensaba lo peor llegó un amigo que le tendió la mano a Eric Clapton, era su colega Pete Townshend, guitarrista de The Who.
Lo convenció de volver a los escenarios e iniciar un periodo de rehabilitación. Y así fue.
El 13 de enero de 1973 se realizó el concierto del esperado regreso de Eric Clapton. El lugar del show fue el famoso Teatro Rainbow de Londres y todo fue organizado por Townshend, quien convocó a varios amigos para unirse a la banda.
Fue una alineación de lujo: además de Clapton y Pete, estuvieron Ronnie Wood (Faces, Rolling Stones) en las guitarras, Steve Winwood (Traffic) en teclados, Ric Grech (Family, traffic) en el bajo, Jim Capaldi (Traffic) y Jimmy Karstein en la batería y Rebop Kwaku Baah en las percusiones.
A pesar del poco tiempo de ensayo y del mal estado de Eric, el show fue memorable.
Sentimiento y virtuosismo se fusionaron dando pie a momentos mágicos, en los que el blues y el rock brillaron.
En la versión original del primer lanzamiento del disco solo se incluyeron 6 canciones: “Badge”, “Roll It Over”, “Presence of the Lord”, “Pearly Queen”, “After Midnight” y “Little Wing”.
En la versión remasterizada se incluyeron otras canciones de ese legendario concierto, como “Let It Rain”, “Bottle of Red Wine”, “Bell Bottom Blues”, “Tell the Truth”, “Blues Power”, “Key to the Highway” y los clásicos “Crossroads” y “Layla”.
Desde entonces este disco grabado en vivo se ha colocado como una verdadera joya del rock y uno de los mejores discos en vivo.