sabino en monterrey

Reseñas Conciertos

Sabino en Monterrey: un gran regreso

El cantante tapatío Sabino se presentó ayer en el Auditorio Pabellón M, quien con su característico romanticismo cautivó los corazones del público regiomontano.   Quienes han escuchado alguna vez del Sab-Hop, sabrán que no es simplemente otra variación más del Hip-Hop; en esencia este pseudo género engloba la compleja pero relacionable energía del intérprete Sabino, … Ver más

Por: Ismael Cantú

El cantante tapatío Sabino se presentó ayer en el Auditorio Pabellón M, quien con su característico romanticismo cautivó los corazones del público regiomontano.
 
Quienes han escuchado alguna vez del Sab-Hop, sabrán que no es simplemente otra variación más del Hip-Hop; en esencia este pseudo género engloba la compleja pero relacionable energía del intérprete Sabino, un estilo nacido fuera de la ortodoxia, que abrió su camino pese a críticas y comparaciones por las demás personas en el mundo del Rap y Hip-hop mexicano, y que se ha consolidado como uno de los actos más auténticos de la actual escena del país.

Pues bien, ayer Sabino subió la barra con su presentación en el Auditorio Pabellón M, una presentación que se caracterizó por las múltiples facetas del romanticismo que Sabino dirigió hacia el público, a quienes llamaba en cada oportunidad “cariño”.

Inició su set con el intro de su álbum Yang titulado “Culpablo” en el cual el cantante tapatío habla de los prejuicios que dominan el ambiente musical de la escena del Hip-Hop y cómo él solo viene a hacer lo suyo.

Nos agradeció a la audiencia como si fuéramos una sola persona, su “cariño” a quien le dedica todo su arte y sus letras, y nos aseguró que esta presentación era para nosotros y que nada importaba más que eso.

La interacción de Sabino con el público fue de los aspectos más memorables de la presentación, aprovechando cada oportunidad que tenía para agradecer de corazón a todos aquellos que cantaban sus letras con enjundia y emoción.

Después de su primera canción comenzaron sus “experimentos” o dinámicas con el público, en los cuales el artista conectaba personalmente con las personas de las primeras filas, tomando sus regalos y cartulinas con atención y aprecio. Claramente no faltó la lluvia de peluches de Dr. Simi como parte de los regalos del público al artista.

El espectáculo comenzó muy apegado a la esencia del Hip-Hop pero empezó a tornarse romántico cuando interpretó sus canciones “Romcom” y “Guapa!”, en las cuales como parte de sus dinámicas le pidió a las parejas del público que se besaran mientras dedicaba esta última canción a todos los solteros en el público. 

El ambiente se puso romántico, pero con el romance viene la tragedia y llegó el segmento del Sad-Hop el cual Sabino autodenominó como la sección “Fogatera” de la noche, un momento íntimo en el que se proyectó una fogata en las pantallas y el artista compartió escenario con los músicos del acto abridor “Los Rumberos”, quienes son un par de músicos y cantantes que tocan sus presentaciones con solamente una guitarra y percusiones (a la fogatera), y quienes han sido amigos de Sabino desde hace muchos años y con quienes ha compuesto muchas canciones.

Los Rumberos nos ofrecieron una presentación de primera desde que se subieron a ser el acto abridor, en donde tocaron sus canciones originales e incluso un atractivo cover de la canción “Tamacun” de Rodrigo y Gabriela, pero sin duda en el momento en el que se subieron a tocar las “Fogateras” con el rapero mexicano se ganaron el corazón de todo el público. 

Vaya que las canciones “Sad” de este artista contienen letras cargadas de esa emoción, y esto se presenció cuando interpretó los sencillos “Agua Mineral”, “Torpe”, y “No me vuelvo a involucrar”, mezclando las colaboraciones con “Los Rumberos” con sencillos de autoría en este íntimo y especial segmento fogatero de la noche. 

El segmento concluyó con “Yang” la canción más triste de la noche para progresivamente regresar al entusiasmo con la esperanzadora y sensible letra de “Niño adentro” y vaya que el público la cantó al unísono, incluso el cantante dijo que para él, las mil voces del público suenan como una y que cada vez que se sube al escenario la mejor colaboración es con los miles de seguidores. 

La emoción comenzó a escalar cuando Sabino empezó a tocar sus éxitos más famosos como “Única Testigo” y “Nuevequince”, canciones en las que se proyectaron unos visuales de primera utilizando cámaras en circuito cerrado alterando los colores de la imagen dependiendo del ambiente de cada canción, aunado a un excelente manejo de luces y láseres para levantar la energía el recinto progresivamente.

Todo estalló cuando la banda conformada por Sabino, su baterista Jorge Torres y su guitarrista Alirio presentaron el “Medley mam*lon” como ellos lo titularon al querer hacer un popurrí de clásicos culturales mezcladas con sus canciones en un ambiente que dijeron que “representaba la energía de Bob Marley con Gorillaz en una canción”.

sabino en monterrey

Tocaron las primeras notas de “I Shot the Sheriff” de Bob Marley y rápidamente la convirtieron en “Playa” uno de los primeros sencillos de Sabino, en el cual domina la energía e influencia del reggae jamaiquino, en una versión que incluso ya no está disponible en Spotify.

La canción la mezclaron luego con éxitos del artista como “Kentekere”, “Vaquerer” y “Fulano” y también con pequeñas vueltas a covers inusuales como “Ella me levantó” de Daddy Yankee y “Mis ojos lloran por ti” de Big Boy. Solo para reventar el popurrí con “Me puse pedo” posiblemente la canción más reconocida del tapatío.

“Gracias por tu tiempo, gracias por tu conexión, y gracias por seguirme el rollo”, dijo Sabino al público antes de hacer una ola de estadio como parte de sus dinámicas de interacción con el público.

Concluyó su presentación con la canción “Películas” , la cual el público coreó desde el inicio cuando el cantante pidió complacencias, hasta que prometió que no se iría sin tocarla, cosa que hizo para cerrar con broche de oro el encuentro tan íntimo y especial que nos brindo a todos sus “cariños” regiomontanos, en un concierto que sin duda perdurará en las memorias y corazones de todo aquel que lo presenció. 

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sabino en monterrey

El cantante tapatío Sabino se presentó ayer en el Auditorio Pabellón M, quien con su característico romanticismo cautivó los corazones del público regiomontano.
 
Quienes han escuchado alguna vez del Sab-Hop, sabrán que no es simplemente otra variación más del Hip-Hop; en esencia este pseudo género engloba la compleja pero relacionable energía del intérprete Sabino, un estilo nacido fuera de la ortodoxia, que abrió su camino pese a críticas y comparaciones por las demás personas en el mundo del Rap y Hip-hop mexicano, y que se ha consolidado como uno de los actos más auténticos de la actual escena del país.

Pues bien, ayer Sabino subió la barra con su presentación en el Auditorio Pabellón M, una presentación que se caracterizó por las múltiples facetas del romanticismo que Sabino dirigió hacia el público, a quienes llamaba en cada oportunidad “cariño”.

Inició su set con el intro de su álbum Yang titulado “Culpablo” en el cual el cantante tapatío habla de los prejuicios que dominan el ambiente musical de la escena del Hip-Hop y cómo él solo viene a hacer lo suyo.

Nos agradeció a la audiencia como si fuéramos una sola persona, su “cariño” a quien le dedica todo su arte y sus letras, y nos aseguró que esta presentación era para nosotros y que nada importaba más que eso.

La interacción de Sabino con el público fue de los aspectos más memorables de la presentación, aprovechando cada oportunidad que tenía para agradecer de corazón a todos aquellos que cantaban sus letras con enjundia y emoción.

Después de su primera canción comenzaron sus “experimentos” o dinámicas con el público, en los cuales el artista conectaba personalmente con las personas de las primeras filas, tomando sus regalos y cartulinas con atención y aprecio. Claramente no faltó la lluvia de peluches de Dr. Simi como parte de los regalos del público al artista.

El espectáculo comenzó muy apegado a la esencia del Hip-Hop pero empezó a tornarse romántico cuando interpretó sus canciones “Romcom” y “Guapa!”, en las cuales como parte de sus dinámicas le pidió a las parejas del público que se besaran mientras dedicaba esta última canción a todos los solteros en el público. 

El ambiente se puso romántico, pero con el romance viene la tragedia y llegó el segmento del Sad-Hop el cual Sabino autodenominó como la sección “Fogatera” de la noche, un momento íntimo en el que se proyectó una fogata en las pantallas y el artista compartió escenario con los músicos del acto abridor “Los Rumberos”, quienes son un par de músicos y cantantes que tocan sus presentaciones con solamente una guitarra y percusiones (a la fogatera), y quienes han sido amigos de Sabino desde hace muchos años y con quienes ha compuesto muchas canciones.

Los Rumberos nos ofrecieron una presentación de primera desde que se subieron a ser el acto abridor, en donde tocaron sus canciones originales e incluso un atractivo cover de la canción “Tamacun” de Rodrigo y Gabriela, pero sin duda en el momento en el que se subieron a tocar las “Fogateras” con el rapero mexicano se ganaron el corazón de todo el público. 

Vaya que las canciones “Sad” de este artista contienen letras cargadas de esa emoción, y esto se presenció cuando interpretó los sencillos “Agua Mineral”, “Torpe”, y “No me vuelvo a involucrar”, mezclando las colaboraciones con “Los Rumberos” con sencillos de autoría en este íntimo y especial segmento fogatero de la noche. 

El segmento concluyó con “Yang” la canción más triste de la noche para progresivamente regresar al entusiasmo con la esperanzadora y sensible letra de “Niño adentro” y vaya que el público la cantó al unísono, incluso el cantante dijo que para él, las mil voces del público suenan como una y que cada vez que se sube al escenario la mejor colaboración es con los miles de seguidores. 

La emoción comenzó a escalar cuando Sabino empezó a tocar sus éxitos más famosos como “Única Testigo” y “Nuevequince”, canciones en las que se proyectaron unos visuales de primera utilizando cámaras en circuito cerrado alterando los colores de la imagen dependiendo del ambiente de cada canción, aunado a un excelente manejo de luces y láseres para levantar la energía el recinto progresivamente.

Todo estalló cuando la banda conformada por Sabino, su baterista Jorge Torres y su guitarrista Alirio presentaron el “Medley mam*lon” como ellos lo titularon al querer hacer un popurrí de clásicos culturales mezcladas con sus canciones en un ambiente que dijeron que “representaba la energía de Bob Marley con Gorillaz en una canción”.

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Tocaron las primeras notas de “I Shot the Sheriff” de Bob Marley y rápidamente la convirtieron en “Playa” uno de los primeros sencillos de Sabino, en el cual domina la energía e influencia del reggae jamaiquino, en una versión que incluso ya no está disponible en Spotify.

La canción la mezclaron luego con éxitos del artista como “Kentekere”, “Vaquerer” y “Fulano” y también con pequeñas vueltas a covers inusuales como “Ella me levantó” de Daddy Yankee y “Mis ojos lloran por ti” de Big Boy. Solo para reventar el popurrí con “Me puse pedo” posiblemente la canción más reconocida del tapatío.

“Gracias por tu tiempo, gracias por tu conexión, y gracias por seguirme el rollo”, dijo Sabino al público antes de hacer una ola de estadio como parte de sus dinámicas de interacción con el público.

Concluyó su presentación con la canción “Películas” , la cual el público coreó desde el inicio cuando el cantante pidió complacencias, hasta que prometió que no se iría sin tocarla, cosa que hizo para cerrar con broche de oro el encuentro tan íntimo y especial que nos brindo a todos sus “cariños” regiomontanos, en un concierto que sin duda perdurará en las memorias y corazones de todo aquel que lo presenció. 

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