Sentimientos, inspiración y mucha introspección son los componentes clave que toda canción de Siddhartha tiene en su anatomía. Destacado por su habilidad en la composición (tanto lírica como musical) y su forma de conectar con el público, el cantautor tapatío hoy es considerado como uno de las más grandes figuras musicales de la escena actual en México, y eso puede notarse en cada uno de los conciertos que brinda a lo largo de la República. Esta vez fue el turno de Monterrey, con un sold out en el Auditorio Citibanamex.
La noche del sábado el 00:00 Tour de Siddhartha llegó a Monterrey para deleitar a través de un repertorio que tuvo de todo: desde los éxitos que lo llevaron al estrellato, hasta lo más reciente de su producción discográfica nueva.
Para calentar motores, el grupo Alovia fue el encargado de musicalizar el inicio de la velada. La banda demostró su talento y calidad, misma que ha sido construida también por las manos del mismo Siddhartha, pues él es productor de ésta.
Terminando la aplaudida actuación de Alovia comenzaron unos minutos de ímpetu acumulado esperando estallar con la salida del intérprete. Al sonar de la tercera llamada, la voz presentadora del recinto comenzó a narrar lo que esperaba al público haciendo uso de una serie de juegos de palabras que incluían múltiples referencias a las canciones del músico. Luego, fue alrededor de las 21:30 cuando la música abrió paso al arranque al ritmo de “No Es Antes Ni Es Después”, seguido de “80 Días”.
La emoción del músico era evidente, pues no solo conectaba con su gente a través de la voz, sino también con el baile que acompañaba a sus canciones, haciendo sonar el pandero con total pasión.
El éxito “Película” llegó y logró su cometido: hacer en estallar en emociones a todo el público. Y los momentos más fuertes de la noche no tardaron en llegar, pues durante la primera recta de la velada pudieron escucharse “Ser Parte” y “El Aire”, par de éxitos que hoy son considerados como parteaguas en la carrera de Siddhartha.
“Cardúmenes” puso uno de los toques más románticos de la noche, haciendo que las parejas presentes se dedicaran cada segundo de la canción entre miradas de complicidad y muchos abrazos de por medio.
Canciones como “Fuma”, “Mapa” y “A La Distancia” también fueron disfrutadas por el público. Por su parte “Náufrago” y “Bacalar” fueron otras dos de las favoritas dentro del setlist que el cantautor ofreció a Monterrey.
En algunos momentos Siddhartha aprovechó para charlas con sus fans y contar un poco sobre las inspiraciones que dieron vida a aquellas canciones o los significados que las rodeaban; una de ellas fue “Respiro”, la cual indicó tomó un sentido diferente durante los dos años que pararon al mundo: El encierro pandémico.
“Tarde”, “Loco” y “Brújula” fueron parte de lo que sería su primera despedida, aunque el público sabía perfectamente que eso no era posible pues aún faltaban por sonar algunas de sus canciones más icónicas.
Tras presentar a su banda conformada por talentosos músicos, Sidd agradeció a su gente y bajó del escenario, sin embargo rápidamente comenzó el montaje de una batería más: la del mismísimo Siddhartha.
Minutos después del acomodo, el cantante volvió a las tarimas para agradecer nuevamente al público y evidenciar que no podía despedirse sin antes interpretar las canciones que seguían, además de dejar claro que él no tenía intensiones de dejar de tocar y disfrutar con Monterrey.
La siguiente y última etapa estuvo repleta de muestras de talento, pues primero pudimos ver a Sidd con guitarra acústica interpretando “Extraños” en uno de los momentos más melancólicos de la noche. Pero si de melancolía se trata, “El Poema y La Caja” se llevó el premio, pues para ésta pudimos disfrutar del cantante en el piano interpretando suavemente el tema.
Y ahora bien, llegó el turno de verlo fluir en la batería, tal como lo hacía en sus viejos tiempos con Zoé. Siddhartha se apoderó de las percusiones y así echó a andar el tema “Control”.
Parecía que la dosis de múltiples instrumentos y sonidos pararía ahí, pero no fue así. Un majestuoso mariachi subió al escenario para entonar el tema que da nombre al tour, “00:00”. Y posteriormente, tras un potente solo de trompeta, llegó el punto final de la agradable velada al ritmo de “Únicos”, una de las canciones más disfrutadas de la noche.
Lo que Siddhartha mostró sobre el escenario en Monterrey no fue más que calidad y talento, y a su vez evidenció la evolución constante que ha tenido en su carrera y su evidente pasión no solo por la música, sino por hacerla sonar sobre los escenarios.